RENACER.

37.

Era sábado por la tarde, Harry y Tom estaban de muy mal humor. Ambos estaban así por la misma razón, pero aun así ninguno de los dos había tocado el tema que era la causa de aquello.

Era Halloween y toda la maldita escuela estaba emocionada y agitándose en ansiosa anticipación por el banquete que comenzaría en menos de una hora. El Gran Comedor estaba invadido de linternas flotantes con forma de calabaza y murciélagos conjurados. Fantasmas de varios lados se habían estado reuniendo en la escuela para algún tipo de evento que sería realizado por el fantasma de la Casa Gryffindor, en algún lugar de las mazmorras, pero ni Tom o Harry, estaban en realidad interesados en el asunto. En vez de eso, habían pasado la tarde intentando pasar el tiempo ocupados o distraídos.

Pero ahora que se les habían acabado las cosas que hacer estaban sentados en la sala Común de Ravenclaw deprimidos.

Tom bufo frustrado y se levanto de repente. Harry lo miro curioso.

"No voy a ir al maldito banquete," declaro simplemente.

"Tampoco tenía ganas de ir para ser honesto," dijo Harry.

"Vamos," dijo Tom tomando a Harry por la muñeca.

Harry rio un poco ante el inesperado gesto mientras Tom lo sacaba del asiento y prácticamente lo arrastraba a la salida de la sala común. Harry apresuro el paso para que Tom no lo arrastrara más. "Está bien, no tengo problemas con esto. ¿Te molestaría decirme a donde vamos?"

Tom se detuvo de repente y Harry choco contra su espalda. Tom se dio la vuelta repentinamente con un brillo en los ojos que puso en precaución a Harry.

"¿Aun tienes esa poción para envejecer?"

Harry parpadeo. "Uh - ¿sí?"

"Ve a buscar un poco."

"¿Cuánto?"

"Lo suficiente para una hora para cada uno."

Harry levanto una ceja curioso pero asintió. "Está bien." Se dio la vuelta y subió las escaleras corriendo dos peldaños a la vez. Le tomo menos de un minuto reaparecer en las escaleras y bajo rápidamente con dos frascos en la mano. Le hizo una seña a Tom.

"Los tengo."

"Genial," Tom sonrió de medio lado, agarro a Harry de nuevo de la muñeca y dejaron la sala común.

Harry pregunto de nuevo hacia donde iban pero Tom no le respondió, en vez de eso lo guio por los pasillos hasta que llegaron a un lugar familiar en el pasillo del séptimo piso, donde colgaba el tapete de Barnabas el Loco.

Tom se paseo tres veces hasta que apareció una puerta y luego guio a Harry adentro.

Harry se detuvo después de haber dado un par de pasos y una sonrisa cubrió su rostro antes de silbar apreciativo.

Se giro y le sonrió a Tom. "¿Estás intentando seducirme?" Harry pregunto juguetón.

"Seducción implica reluctancia. Tu y yo necesitamos esto," susurro Tom con voz ronca mientras rodeaba a Harry hasta que su espalda ahora estaba de frente con la gran cama ubicada en el centro de la habitación. Tomo con ambas manos las manos de Harry y comenzó a hacerlo caminar hacia atrás adentrando mas a Harry en la habitación.

La gran cama estaba cubierta ligeramente con una tela color esmeralda y la cubría una colcha de satín con un patrón en diamantes verde y plata. Era el epitome de una inspiración de colores Slytherin, pero en contraste con todo el verde, el suelo estaba cubierto de pétalos de rosas rojas. Velas estaba ubicadas por todo el lugar – algunas en altos candelabros, otras en pequeños platos en el piso y en varios muebles, como mesitas bajas y libreros.