Aterrizamos lo más rápido posible en Nápoles. Iban conmigo Nolan y mis investigadores privados. La llamada de Edith me puso muy alterado tanto que tuve que avisarle a John y Lucas para que vinieran conmigo.– ¿Pero qué carajos te dijo Edith? – me preguntó mi amigo, un poco angustiado.
– Me llamo llorando, al parecer pasó algo en la casa. – suspiré frustrado – No lo sé, sólo reafirmo que llegará rápido.
– Hermano relajate, Athena estará bien ya lo verás. – sentí su mano en mi hombro.
– Eso espero, porque Edith no me dijo nada mas. – A los pocos minutos llegamos a la residencia. Habían cuatro cuerpos tapados en el jardín de enfrente, muchos policías y ambulancias. Aquí es cuando entré en pánico. La casa estaba destrozada y Edith se encontraba en una de las ambulancias junto con Francis. Nolan y yo nos acercamos a ella, parecía que se encontraba en shock.
– ¿Edith? ¿Edith? – hablo Nolan. Ella reaccionó al instante y se puso a llorar.
– Lo siento mucho, Benjamín –me miro – yo....de verdad lo siento...
– ¿De qué hablas? – no dijo nada y abrazo a Nolan. Me altere y como no, que la mejor amiga de tu esposa te diga eso es incontrolable.– ¿Qué paso? ¿Qué le pasó a Athena? –
Corrí hasta la casa, pero policías me tomaron a la fuerza. – ¡Suélteme! ¡Mi esposa! ¡¿Qué le pasó?! – grité. Varios policías me retiraron de ahí.–¿Qué le pasó a mi esposa? ¿Oficial? –tragué en seco. Sentía un nudo en mi garganta. – ¡¿Por qué nadie habla?!– Acompáñeme, señor Rousseau. – Los oficiales me soltaron y me llevaron a una ambulancia en donde se encontraban John y Lucas. Los dos me miraron y pude notar cierta tristeza en su mirada.
– ¿Qué paso? ¿Dónde está Athena? – Pregunté esperando respuesta. John, suspiró y continuó.
– Queremos que identifiques este cuerpo...
– ¿Qué? – tragué en seco – ¿C-como que el cuerpo? – mi voz tembló.
– Son malas noticias – continuó– encontraron el cuerpo de Athena....sin vida. – Sentí en el pecho dolor. No, más bien no sabría explicar como me sentía ahora ante lo que acababa de escuchar.
– No.... – negué con la cabeza. Mi esposa, mi mujer, mi Athena, no, ella no puede estar muerta. – No, no, eso no es cierto. – reí esperando que fuera una estupidez – ¿Esto es una broma verdad? ¿Dónde están las cámaras? – mis ojos comenzaron a picar. Ellos se veían serios y ahí me confirmaban que no era mentira lo que me decían. – por favor... – se me entrecorto la voz. – díganme que es mentira...
– Queremos que sea mentira señor Rousseau – hablo el paramédico – pero se encontró el cuerpo de la señorita Athena en su habitación y sin señales de vida. – cerré los ojos, mi pecho ardía – Ella murió por dos diparos en el pecho y...le deformaron la cara...con...
– Suficiente – interrumpí, apreté mis puños. – No quiero escuchar...no quiero escuchar como... – solté unas lágrimas y no pude hablar más. Me dolía tanto saber que ella sufrió estando aquí y saber que esos desgraciados me la arrebataron de mi vida. Saber que esos malditos torturaron a mi Athena y no les fue suficiente dispararle querían que sufriera y todo es mi culpa. ¿Cómo rayos paso esto tan rápido? Es que simplemente quiero que esto sea una horrible pesadilla.
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Nosotros contra el mundo (Terminada)
RomanceAthena Dugés y Benjamín Rousseau tras un amor de adolescente demas de 3 años deciden unir sus vidas para siempre ¿O eso es lo que ellos creian? Teniendo unos padres controladores y ex parejas tras suyo, Benjamín tiene un problema mucho mayor que ta...