(Athena)
– ¿Dónde estabas? – Entre a la habitación. Bruno ya se encontraba acostado leyendo su libreta. Si, compartía cama con el, por desgracia. Me estremeció su voz, créanme que es ronca, pero te da la sensación de muerte segura.
– Estaba con Hilary y Aiko. – murmure.
– ¿Quienes son ellas? – rodé los ojos sin que el se diera cuenta.
– Unas chicas que ayudo aquí. –No respondió, parece que ni siquiera me escucha. – Oye...estuve pensando las cosas. – suspiré. Por favor, que las clases de actuación en la Universidad me sirvan ahora.
– ¿Qué cosas? – dejó su libreta a un lado y me miro mientras se quitaba la camisa. El aspecto de Bruno no es nada malo, no se lo imaginen como un viejo arrugado o algo así. Tiene la misma edad que Benjamín, pero prefiero mil veces a mi esposo. Se le notaba a distancia que su cuerpo era gracias a los esteroides.
– Pues, creo que tienes razón al decir que Benjamín jamás vendrá por mi. – lo miré a los ojos y me acerqué– Creo que lo mejor es seguir con mi vida...aqui...contigo. – miré una sonrisa en su rostro – Tal vez no me creas, pero se que no tiene caso seguir pensando e ilusionarme con Benjamín. – Su cara era de sorpresa y parecía bastante emocionado – Es mejor estar segura junto a ti que estar trabajando como una esclava...
Genial, creo que no me creyó.
– Me sorprende tu confesión, creía que te iba a tomar más de dos meses pensarlo.– metió sus manos a las bolsas de su pantalón. Quedando frente a mi.
– No, es sólo que...¿Para qué seguir deprimida? – hice contacto visual – No se puede hacer nada y si, aún estoy enojada contigo por lo que me hiciste, pero creo que a pesar de todo esto se puede arreglar ¿No?
– Por supuesto que si – sonrió.
Bingo, el imbécil cayó fácilmente, pobre iluso.– Esta bien, pero no quiero empezar rápido – hice una mueca –de poco a poco – sonreí o al menos espero que me haya salido una sonrisa sincera.
– Lo que digas, señorita Signoret. – se acercó a mi y beso mis labios. Dios mío, si que es idiota, no puedo creer que todo se lo haya creído y el "Señorita Signoret" junto con el beso no eran necesarios.
Me separé de el a los pocos minutos y decidimos acostarnos para dormir. Cuando Bruno apagó la luz me abrazó por la espalda y por un momento pensé en Benjamín. Siempre nos acostabamos de esta manera y ahora siento que le estoy siendo infiel con su mayor enemigo, pero se que esto servirá y lograré salir de aquí junto con las chicas. No me voy a detener, no voy a dejar que Benjamín crea que estoy muerta y el haga de nuevo su vida con otra mujer. De tan sólo pensarlo hace que me de escalofríos.
Querido Bruno Signoret vas a pagar por todo lo que has hecho y de eso me encargaré yo misma.No se de donde saqué está actitud. Yo siempre he sido muy reservada a la violencia y ese tipo de cosas, pero estos hombres no merecen ser tratados como dioses y se que algún día las pagarán.
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Nosotros contra el mundo (Terminada)
RomansaAthena Dugés y Benjamín Rousseau tras un amor de adolescente demas de 3 años deciden unir sus vidas para siempre ¿O eso es lo que ellos creian? Teniendo unos padres controladores y ex parejas tras suyo, Benjamín tiene un problema mucho mayor que ta...