30

773 59 0
                                    




– ¿Crees que alguien se detenga?

– Tranquila Hil, apenas llegamos, estamos lo suficiente lejos para que nos encuentren.– la traté de tranquilizar.

– ¿Pero y si pasa uno de los autos de los malos? – pronunció Dafne mirando hacia la carretera.

– Sabemos que ellos ocupan camionetas gigantescas negras...– Antes de poder terminar de hablar, vi a lo lejos una de las camionetas del club.– ¡Ocúltense!

Las cuatro volvimos adentrarnos en el bosque y nos escondimos detrás de árboles y arbustos. Aguantamos hasta nuestra respiración cuando la camioneta o más bien, las camionetas pasaron tan rápido por la carretera. Esperamos unos segundos antes de volver a salir, pero visualicé una pequeña camioneta gris. Esas de carga y sin pensarlo corrí para hacerle señas. Lo más seguro es que los hombres de Bruno anden registrando el bosque. Teníamos que actuar rápido y rogaba con que no nos pasará nada malo. Posiblemente me veía como una loca, pero eso ayudo para que la camioneta se detuviera. Sonreí y las chicas salieron de su escondite para dirigirse hasta a mi.

– Hola, ¿Se les ofrece algo? – frunció el ceño. Era un chico, podía decir que tenía la edad de Aiko o tal vez la de Hilary. Su acento ruso se hacía notar y era tan adorable.

– ¡Si si! – dijimos al unísono provocando una risa del muchacho.

– Necesitamos ir a la ciudad –hable yo – por favor necesitamos salir de aquí.– estaba seguro que el chico pudo notar mi desesperación tanto en mi rostro como en mi lenguaje. Nos quedamos unos segundos en silencio, parecía que lo estaba pensando y miró a cada una de nosotras.

– Lo haré con gustó, suban.–
Apareció una sonrisa en nuestros rostros y subimos a la camioneta. Hilary, Aiko y Dafne iban atrás y yo iba adelante.

– ¿A qué parte exactamente quieren ir? – hablo el chico.

– Antes que nada ¿Cuál es tu nombre? – pregunté con curiosidad.

– Mi nombre es Vladik ¿Y el de ustedes?

– Ella es Hilary, ella es Aiko, ella es Dafne y yo soy Athena. – las señalé a cada una y saludaron a Vladik.

– Un gusto en conocerlas –sonrió – ahora...¿Qué hacen tan solas por acá? Se me hace raro que salieran del bosque – Hubo un silencio por un instante.

– Pues...es difícil, nosotras fuimos...eh... – tragué en seco –secuestradas. – Vladik me miro sorprendido – Escapamos de ese horroroso lugar por eso necesitamos ir a la ciudad para...irnos de aquí.

– ¿Ustedes...escaparon del Club "Cube"? – preguntó con dificultad.

– ¿Lo conoces? – exclamó Dafne sorprendida.

–           Claro, en realidad muchas personas en la ciudad conocen ese club, pero nadie a hecho nada. Dicen que ahí están los hombres más peligrosos de todo rusia.– explicó.

–           Mentiras – se quejó Aiko – ni tan peligrosos porque logramos salir de ahí.

–           Pero posiblemente si hubiera estado el estupido de Signoret estaríamos fritas. – comentó Hilary y le di la razón.

Nosotros contra el mundo (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora