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–           Hola, buenas tardes – Llegamos de inmediato al hospital. Había salido corriendo de la ambulancia para ir directo a pedir informes de mi esposo. Escuchaba los gritos de Nolan, pero decidí ignorarlo por completo. – Necesito saber de un paciente...Benjamin Rousseau, llegó hace rato.

–           Piso cinco, habitación trescientos cuarenta y seis. El... – No dejé que terminará de hablar y corrí al elevador. Tenía tanto miedo en lo que me pudieran decir. Justo cuando iba a entrar la puerta se abrió dejándome ver a una enfermera.

–           Señorita... – pauso esperando que le dijera mi nombre.

–           Athena Rousseau, mi esposo está ahí.– respondí con la voz agitada.

–           Tranquila señorita Rousseau, su esposo todavia no está aquí. – me dedico una sonrisa cálida – Está en una operación.

–           ¿Y estará bien después de la operación? – Nolan llegó justo a mi lado. No podía parar de llorar.

–           Estará bien, se lo prometo, no fue nada grave – me tranquilo y eso hizo que me cayera bien.

–           Disculpe – interrumpió John– ¿Tienen noticias de un paciente llamado Bruno Signoret?

–           ¿Bruno Signoret? – pensó por un momento – Ah...si, el estará en la habitación trescientos cuarenta y nueve. Igual se encuentra en operación ¿Sabe de algún familia de el que pueda llamar?

–           No conocemos a nadie de su familia – hablo Nolan – ni siquiera sabemos si tiene una familia.

–           Ya veo, los mantendré al tanto, pero no pueden estar aquí. Por favor vayan a la sala de espera. – me sonrió. Nolan tomó mi brazo y los dos caminamos hasta la sala de espera.

–           Le avisé a Edith y ya viene en camino junto con Tatiana y Kelly.

–           Esta bien.

Los minutos pasaban y yo lo sentía como una eternidad. Nadie salía a darnos informes de mi esposo y de como iba la operación. Edith y sus amigas llegaron al poco tiempo. Mi amiga me abrazó y me dijo que todo iba a salir bien. Yo sólo la escuchaba, no decía nada y era porque las palabras no salían. Sentí un poco de celos cuando Kelly llegó preguntando por el como una loca. No se que haya pasado con ellos porque se que Benjamín no me dijo todo, pero a la vez confío mucho en el y siento que tener estos celos es algo idiota. Aun asi me controle por no darle un buen golpe. Agradecía que también estuviera preocupada por el, pero llego al punto de querer tomar mi lugar en esta situación.

–           Kelly tranquila – hablo Edith, yo rodé los ojos y Nolan lo notó al punto de soltar una risita – el estará bien.

–           Si, lo siento – sonrió.

–           No tienes que estar celosa, ella es sólo amiga de Benjamín –susurró a mi oído.

–           Si, pues su amiguita parece que quiere tomar mi lugar. – susurré de vuelta.

–           Benjamín no le hizo caso, no te preocupes. – hablamos normal ahora que Tatiana se llevó a Kelly a la cafetería.

Nosotros contra el mundo (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora