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(5 años atrás)

(Benjamín)

Acomodé muy bien mi camisa, mis manos temblaban un poco y era normal ya que me arreglaba para mi cita. Si, mi cita, con la hermosa Athena. Hemos estado hablando y saliendo durante un año. Lo hemos estado haciendo en forma de amigos, nada serio aún. Siento que Athena es una chica diferente y me agrada bastante pasar tiempo con ella.

Me gusta, Athena Dugés me gusta.

No estoy enamorado, pero tal vez lo haga en algún momento. Y no, no hemos terminado con nuestras parejas, se nos hace muy complicado por la presión de nuestros padres. En otras noticias ya tengo mi departamento y por fin me libré de todos los regaños y reclamaciones de mi madre. Eran buenas noticias y yo estaba más que feliz. Terminé de vestirme cuando sonó mi celular. Una sonrisa apareció en mi rostro cuando verifiqué que Athena.

–          Hey linda. – pronuncié algo nervioso.

–           H-Hola Benja – tartamudeó un poco.

–           ¿Pasó algo? – su tono de voz me preocupaba un poco

–           Eh, si....no podré ir a la cita, tengo...aam...un compromiso familiar y mis padres quieren que este ahí.– suspiró, hasta parecía que aguantaba la respiración.

–           ¿Segura que estas bien?

–           Si, si, si, no te preocupes. – soltó una risa, aunque la escuché muy falsa.

–           Esta bien, si quieres nos vemos mañana. – sugerí. De verdad quería verla.

–           No, mejor el fin de semana, es que estaré algo ocupada. – fruncí el ceño.

–           Ok, entonces el sábado a las ocho ¿Te parece? – comenté nada convencido.

–           Si esta perfecto, ya me tengo que ir susurró lo último nos vemos.

No pude despedirme porque ella ya había colgado. Se que algo pasa y ella no sabe ocultar cosas. El tiempo que hemos estado conociendonos ya se sus mañas y algunos comportamientos que tiene. Terminé de vestirme y estaba dispuesto a ir a la casa de Athena. Ahora vivía sola en una pequeña casa que antes era de su abuela. Salí de mi departamento y fui directo a mi auto. Su casa no estaba muy lejos de la mía asi que a los pocos minutos llegué. Miré que todas las luces estaban apagadas menos la de su habitación. No quería que ella supiera que había venido por que se que metería más excusas como las de hoy.

Baje de mi auto y caminé hasta el balcón. No era tan alto asi que subí con ayuda de un árbol que se encontraba ahí y pude llegar fácilmente. Abrí lentamente la puerta y gracias al cielo no se encontraba cerrada. La habitación era muy linda y sencilla, se notaba que ella era diseñadora. Escuchaba el agua caer, supuse que se encontraba bañando, así que decidí esconderme detrás de su cortina que era muy gruesa, seguro no me vería. Unos diez minutos ella salió, apagó la luz del baño, traía puesto una playera que le llegaba por encima de las rodillas.

–           Athena. – Ella dio un brinco del susto al igual que un grito.

–           ¡¿Que haces aquí?! – me dio la espalda, como si le diera pena algo.

Nosotros contra el mundo (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora