¿quién es el padre? ; yuwin♡kunwin

Capítulo siete🍼

Tercer mes.

Siete de la mañana, el joven chino se encontraba recostado en su cama abrazando su larga almohada que le acomodaba el cómo dormir debido a que el crecimiento del bebé a la semana 13 ya le dejaba bastante incómodo.

Abrió los ojos y decidió no levantarse hasta que pasase un largo rato, ya que si lo hacía se marearía y/o se vomitaría, odiaba aquellos malos síntomas mañaneros.

—Ah, me pican...— Susurró para el mismo haciéndose bolita y llevando sus manos a sus pezones que tanto le molestaban, le picaban demasiado y dolían o se erectaban en un simple roce.

Pasados ya 40 minutos decidió pararse de la cama, con cuidado caminó hasta la escalera para ir a la cocina, se sentía muy cansado y solo quería dormir, nuevamente el embarazo el estaba comiendo vivo.

Un poco antes de llegar a dicho lugar, pasó al baño, estaba fastidiado de todo esto, ahora tenía que ir cada media hora a orinar.

—En serio, te odio.— Dijo el joven chino bajando la mirada a la altura de su vientre.

Lavó sus manos y fue a la cocina, topándose con Yuta. ¿Por qué de todos tengo que toparme con él? Pensó SiCheng, no soportaba que el japonés solo hablase de bebés, bebés y más bebés, Yuta tan solo estaba emocionado por la situación y quería estar cerca del que podría ser su hijo, pero a WinWin no le interesaba, no quería que fuera mencionado lo que para él era su pequeño problema.

—¡WinWinie, buenos días! ¿Cómo amaneciste hoy?— Preguntó alegremente el castaño, dejando a un lado lo que estaba preparando el la sartén.

—¿Qué estás cocinando?— El chino evadió su pregunta a lo que Yuta suspiró pesadamente.

El japonés, sirvió un plato de comida a su menor con pequeñas porciones de huevo, carne y arroz. WinWin le miró extrañado.

—Si comes grandes cantidades de algo, vomitarás, así que te preparé esto para que pudieras seguir alimentándote... Lo busqué en internet porque me preocupaba que estés perdiendo peso...— Yuta bajó la mirada mientras que sus manos jugaban con un trapo.

El corazón de WinWin se aceleró, provocando que sus mofletes se pusieran rojos, asintió repetidas veces y un "gracias" salió de sus labios para comenzar a comer, acabándose todo sin problema alguno.

—Hey... ¿Te puedo pedir algo?— Preguntó Yuta dejando el trapo a un lado.

—Dime.— SiCheng se levantó de la mesa con una sonrisa, hacía tiempo que no podía comer adecuadamente debido a las náuseas.

—¿Puedo tocarlo?— Hizo una pausa.— Usas playeras bastante anchas, no sabemos si tu vientre está creciendo adecuadamente...— El japonés acercó sus manos hacia el vientre de WinWin pero al estar a solo un par de centimetros, éste golpeó sus manos y huyó para encerrarse en su habitación.

Por cualquier cosa, le metió tranca a la puerta, caminó hacia el espejo de cuerpo completo que había en la habitación y alzó levemente su remera azul dejando ver un pequeño vientre abultado.

Justo cuando WinWin se había dado cuenta de que su pancita había comenzado a crecer, comenzó a usar playeras anchas para que nadie le notase o pidiese tomar su vientre, pero no podría ocultarlo demasiado tiempo.

—De verdad... ¿Por qué yo? Yo no te quiero...— Inconscientemente, el joven chino le estaba hablando a su retoñito. —No puedo odiarte, pero no creo que ni siquiera pueda quererte...

Se sentó en el borde de la cama y algunas  lágrimas cayeron por sus mejillas, sin bajar su remera, abrazó su vientre por inercia y sollozó como un niño pequeño.

—¿Q-Qué voy a hacer ahora?