Pasión Espontánea© +18.[《COMPLETA》]✔

Despedida de soltera: Parte 2.

Preparada para la fiesta, dejé que Wesley descansará en mi casa. Brianna había ido a buscarme puntual, estaba más emocionada que yo, es de entender el por qué: era una salida para embriagarnos, bailar, ligar, molestar, y muchas cosas más.

—Vamos a bailar —Bri grita para que la pueda escuchar, niego con la cabeza mostrándole una mueca de mi parte. Bri bufó por lo bajo y frunce los labios con desaprobación.

—¡Deberíamos repartir los regalos! —gritó Luisa, la dama de honor, agitó una caja de regalo enorme en frente de la novia.

La futura novia estaba elegante, con un vestido blanco pegado a su cuerpo bien definido, el vestido le llegaba por las rodillas, y llevaba un velo de novia puesto adornando su cabello. La mujer no dejaba de sonreír, a cada lado que miraba o iba disparaba una chispa de alegría, emoción, euforia, nerviosismo, y otras muchas sensaciones y expresiones que son inexplicables; que ni yo podría describir.

—Ese es de mi parte —se escucha detrás de nosotras, todas nos giramos a la voz y una mujer; a la cual conozco y que para nada le agrado se dedica a vernos.

—¡Elena! —chilla la novia emocionada, se abrazan dando brinquitos y chillando.

—¿Cómo están chicas? —pregunta al separarse de la futura novia. Recorre con la mirada al grupo completo y lanza su mejor mirada malvada hacía mí. —No imaginé que ella te conociera prima. —dice, dirigiéndose a la mujer de blanco.

—Ella es la amiga de Brianna, mi compañera de trabajo. —explicó la mujer.

La tensión se sentía en el aire, se podía respirar lo incómodo que era la situación.

—Ahm...¿Por qué no pedimos otra ronda de tragos? —dice otra chica amiga de la novia rompiendo el silencio. Todas aceptamos y nos sentamos en círculo en los cojines pequeños del lugar. La chica llamó a unos de los meseros del lugar y de inmediato ordenó unos tequila con rebanadas de limón.

—Estuvimos pensando en ir a otro club después de éste —comentó una pelirroja con una sonrisa pegada en su rostro. —Esta noche debemos de pasarla de bomba.

Todas gritan animadas. Yo, por otro lado, sólo me limité a reír, pero la mirada asesina y mortífera de Elena la sentía sobre mí en cada momento. La pesadilla comienza de nuevo, la espantosa ocasión se reproduce en mi cerebro, la escena de hace tres años me consume por completo introduciéndose por una grieta pequeña en mi pecho, me encuentro dominada por la situación.

Todo esto empezó cuando estudiábamos en la misma fraternidad, nosotras fuimos amigas pero, todo terminó cuando por estúpida acepté beber un trago con el novio de ella... fue uno de mis peores errores, y aunque se lo expliqué y me disculpe muchas veces no quiso entenderme, aunque si yo hubiera estado en sus zapatos tampoco me lo perdonaría. Su novio era un imbécil; a decir verdad le hice un favor, pero no por eso me siento bien de haber hecho lo que hice. Acostarme con el novio de una de mis amigas fue la mayor estupidez de toda mi vida, estaba ebria, desorientada, y me ahogaban las tareas, el trabajo de medio tiempo, todo era muy complicado. A partir de entonces todo ocurrió,  me acosté con el infeliz e imbécil y desgraciado de su novio, y ella me odia a mí,  en todo el tiempo que estuve en la fraternidad no fue más que humillaciones por parte de ella, y de sus nuevas amigas ricas, todo me lo criticaban, me odiaban... Un día no lo soporté más y me largué  de ese maldito lugar. Desde entonces fui tranquila, mi vida fue monótona y feliz, viviendo la Universidad sanamente.

—¡Oh por Dios! ¡oh.por.dios.! ¡es mi canción favorita! —chilló una rubia de gran trasero, jaloneó a otra chica que tenía a su lado y la sacó a bailar. Todas reímos un poco y el mesero se dignó en aparecer.