Epílogo.

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Esther y Donovan habían pasado buenos momentos juntos. Ella le apoyaba, le alentaba, lo motivaba cuando él se sentía mal o agobiado. Llegó a sentir verdadero afecto por él.  No recibió lo mismo a cambio. 

Cierto día conversando planearon  una cita, en la casa de ella, en horas que su hija estuviera en el colegio, sin embargo la imprudencia de Donovan mandó todo por un tubo. 

En una de ésas conversaciones en el taller alguien mencionó que la excitación y estimulación del Sistema Nervioso Central que la cocaína provocaba le daba un mejor desempeño sexual, lo anterior excitó la curiosidad de Donovan por experimentar con dicha sustancia. Se lo propuso a Esther, quien de inmediato declinó del ofrecimiento.  Ella por su naturaleza y curiosidad se dedicó a estudiar los distintos efectos descubriendo que, contrario a la creencia popular es a-fisiológico tales prácticas. 

Simplemente, y con el correspondiente dolor eliminó todos los mensajes de él, sus fotos y todo cuanto conservaba. 

A partir de ahí Donovan pasaría a ser parte de otra relación fallida. 

Erotismo a flor de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora