La oscuridad de tus ojos [Justin Bieber]

Capitulo 30

– ¿Cómo?... ¿Como sabes de ella? –dijo mientras algunas lagrimas salían de sus ojos color miel.

–No Jus, no llores –dije mientras me acercaba a quitarle las lagrimas que tenía en los ojos y lo abrace–. Se de ella, por algunas cartas que me mandaron, pero ah ¿Cómo te explico? –se alejo un poco de mí y me miro a los ojos que me transmitían dolor–, puede que la haya conocido.

Asintió con la cabeza pero no dijo algo más sobre eso –. Hay que entrar.

Me separe de él y fui a la puerta para abrir.

Cuando entre a la habitación quede sorprendida, no era el mismo cuarto sin color, con polvo y deshabitado, ahora estaba pintado de rosa y ya no estaba desgastado, todo parecía nuevo, la cama tenía una colcha color rojo. Parecía que alguien vivía aquí.

–Oh dios mío, esto no estaba habitado o ¿si? –pregunto Justin, me di la vuelta para verlo y tenía la cara de sorpresa.

–Ahora entiendo a lo que se refería.

– ¿Quién? ¿De que hablas? –me miro con curiosidad, pude fijarme que tenía los ojos un poco rojos y tenia lagrimas derramadas por las mejillas, lo único que pude hacer fue acercarme a él y abrazarlo, al principio no me respondió el abrazo porque estaba sorprendido pero al final me lo respondió.

–Sam, ella me dijo que no tenía que preocuparme por la habitación –dije cerca de su oído, y solo escuche como su respiración era irregular por el llanto.

–Per… perdón por ponerme así, pero…–no lo deje terminar.

–Se que fue muy importante para ti, así que estas en todo tu derecho para estar de esa manera. –me acerque a él, quería abrazarlo y no soltarlo pero obvio esta en un momento difícil, solo le tome la mano y lo guie a la cama y nos sentamos quedando frente a frente–. ¿Quieres hablar sobre eso?

–Yo. No. Estoy. Muy seguro. –hizo una mueca y miro a sus manos entrelazadas–. No he hablado de esto con nadie.

Agarre su mano y el subió la mirada a mis ojos. –No tienes que hacerlo si no quieres. –Hice una pausa pequeña–. Pero aquí estoy para escucharte.

Respiro hondo, bajo un momento la mirada y volvió a verme a los ojos. –Tengo que decirlo, tengo que contarle a alguien esto.

–Está bien, empieza cuando quieras. –le dedique una sonrisa para tranquilizarlo, me devolvió la sonrisa, dio varias respiraciones preparándose para decir todo lo que no había dicho.

–Bien empezare desde el principio aunque el principio no tiene mucho que ver con Sam pero ah bien empezare. –Dio otro respiro, paso su mano por su cabello la otra la tenía en su pierna, yo había quitado mi mano en poco tiempo–. Antes viva aquí mismo claro, con mi madre, hermana y padre, el se llamaba Jeremy, vivíamos bien a pesar de todo de ser medio vampiros, un día llego alguien nuevo al vecindario y bueno también mi vecina, era Sam –dijo con una sonrisa por el recuerdo–. Nos conocimos mas por la escuela y nos hicimos buenos amigos y bueno también le agrado a Amber y a Niall, todos nos llevábamos bien, ellos me molestaban que Sam me gustaba y no podía negarlo si me gustaba, ella era una persona especial y créeme que muy especial.

La sonrisa que tenía se fue desvaneciendo poco a poco, tenía algunas lágrimas en los ojos pero se las quito rápido.  Dirigió su mirada al techo y dio un largo suspiro, volvió su mirada a mí y dio otro suspiro para calmarse así mismo.

–Todo iba bien hasta que llego Derek, él y su maldita familia hicieron todo lo que pudieron para arruinarlo. –dejo de mirarme, se veía todo el enojo acumulado pero no siguió contando.