Corazón de Hielo

Momo

Yaoyorozu abrió la puerta y dejó pasar a Jirou, que parecía algo nerviosa. La pelinegra invitó a su amiga a su habitación para hablar sobre Todoroki.

—Tendrás que esperar, a ver que te dice. —dijo Jirou después de un rato hablando sobre el tema.

—Ya... No sé cuándo piensa dec-

Yaoyorozu fue interrumpida por algo que no se esperaba para nada. Jirou la estaba besando. Justo en aquél momento escuchó que la puerta se abría sin previo aviso y Todoroki apareció de la nada. Yaoyorozu se separó de inmediato y miró si él seguía allí, pero se había ido.

—¡Lo siento! Tenía que hacerlo una vez al menos... —dijo Jirou casi gritando.

—¿Jirou? Yo... ¿te gusto? —preguntó la pelinegra algo avergonzada.

—Sí... Perdón por hacer eso. —respondió más roja que un tomate, sin mirarla a la cara.

—No importa. Iré a explicarle lo que ha pasado a Todoroki, ahora mismo debe estar muy confundido. —explicó Yaoyorozu con nerviosismo.

—Iré yo. —se apresuró a decir Jirou.

Todoroki se quedó en el pasillo esperando a que una de las dos saliese de la habitación, y él pediría una explicación. No le resultaba normal que Yaoyorozu el día después de declararse se estuviese besando con... ¿una chica? A él le parecía extraño todo aquello. Jirou apareció en el pasillo y se dirigió hacia Todoroki.

—Escucha, si tenéis una relación me lo podéis decir. No diré nada, además os apoyo. —dijo Todoroki nada más verla.

—¡No es eso! Fui yo la que empezó. Yaomomo te sigue queriendo a ti. Querías hablar con ella, ¿no? Pues ve y habla con ella. —respondió rápidamente.

Jirou empujó a Todoroki, literalmente, a la habitación de Yaoyorozu. Abrió la puerta y lo metió dentro. Justo antes de cerrar la puerta, le dirigió una mirada a su amiga para darle apoyo.

—No hace falta que me expliques nada, me lo ha contado ella. —exclamó Todoroki al ver que ella intentaba decir algo —. ¿Me puedo sentar a tu lado?

Yaoyorozu asintió y él se sentó junto a ella en la cama, aún escondiendo la hoja doblada en su mano. No sabía como empezar la conversación y los nervios aumentaban continuamente, así que solo se limitó a darle la hoja doblada. Ella la miró confundida mientras la abría. Se sorprendió al ver que le había escrito una carta y le miró confusa.

—Desde anoche estuve pensando sobre ello, y he escrito todo lo que... bueno, mis sentimientos. Si quieres lo leo yo. —dijo nervioso.

—Ya lo leo yo. —respondió antes de bajar la mirada a la arrugada hoja que tenía en las manos.

No sé cómo empezar esto. Empezaré por explicarte mi infancia, aunque no sé si realmente se le puede llamar infancia. Entre mis padres nunca hubo amor, mi padre, Endeavor, quería tener al hijo perfecto para sobrepasar a All Might y ser el héroe número 1. Quería tener un hijo que combinara su quirk con el de mi madre, y aquí estoy yo: Mitad frío y mitad caliente.

Mis hermanos eran como deshechos, y tuvieron una infancia algo normal. En cambio, yo no. Desde que se manifestó mi quirk mi padre me ha estado entrenando y pegando palizas para entrar a UA. Ni siquiera podía estar con mis hermanos. Mas de una vez he visto a mi padre pegar palizas a mi madre, ya que ella me defendía. No era para nada agradable, así que casi todas las noches lloraba. Un día fui a buscar a mi madre a la cocina, y la escuché hablar por teléfono, creo que con su hermana. Dijo que no podía verme, que cada vez que me veía recordaba a mi padre y que no lo soportaba. Me pilló mirando entre la puerta medio cerrada y colgó. Justo después me echó encima agua hirviendo, causándome la cicatriz que tengo en la cara.

Mi madre es la única persona de la que estoy seguro de querer. Cuando tu me dijiste que te gusto, me chocó demasiado. No sé lo que significa gustarle a alguien o que alguien me guste. Ni siquiera sé lo que siento por ti, si amistad o algo más. Cuando estoy junto a ti, me siento feliz y me gustaría estar mucho más tiempo contigo. Necesito que me ayudes a saber qué es lo que realmente siento.

—Todoroki... —dijo Yaoyorozu sorprendida por lo que había leído. No se lo esperaba.

—Dime.

Antes de que pudiera reaccionar, Yaoyorozu sin decir nada, le abrazó. No sabía qué responder, claro que ella quería ayudarle, pero no se le ocurría cómo. Todoroki respondió rápidamente al abrazo, hacía mucho tiempo que nadie le abrazaba y quiso que aquél momento durara para siempre.

—Claro que te ayudaré, aunque no sé cómo. —dijo Yaoyorozu sonriendo.

—Si te sirve de algo, quiero que me abraces más veces. —dijo Todoroki. Vio que Yaoyorozu fruncía el ceño, pensando en algo.

—¿Y si Uraraka te abrazara? —preguntó. Todoroki se encogió de hombros, mostrándose indiferente.

—Y si... —dijo Yaoyorozu mientras se acercaba rápidamente a él.

Todoroki dio un respingo al ver que ella se acercaba tan rápido, pero se quedó quieto. Yaoyorozu le dio un suave beso en la boca y le faltó tiempo para sonrojarse.

—¿Si hago esto? —dijo Yaoyorozu mirándole a los ojos, cosa que Todoroki no podía hacer.

—¿Lo puedes hacer de nuevo? —preguntó.

—¿Qué?

Todoroki fue el que eliminó la poca distancia que había entre los dos para juntar de nuevo sus labios. En cuanto se separaron, Yaoyorozu se llevó las manos a la cara sonrojada.

—Creo que... Ya sé lo que realmente siento. Eres la única persona que ha conseguido descongelarme el corazón. —dijo Todoroki esbozando una sonrisa.

—Nunca te había visto sonreír así. —le respondió Yaoyorozu sonriendo también.

—Pues tú eres la causa.

Al decir eso, Yaoyorozu se sonrojó aún más. Después, hizo algo que Todoroki no se esperaba para nada. Le besó la cicatriz. Su reacción instintiva fue apartarse, cosa que avergonzó a Yaoyorozu.

—L-Lo siento. —dijeron los dos a la vez. Yaoyorozu soltó una risa mientras Todoroki sonreía por lo que acababa de pasar.

—Oye...Ya que tú te atreviste a dar el primer paso... Me gustaría dar el segundo. —dijo Todoroki nervioso, aunque sabía perfectamente la respuesta.

—¿A qué te refieres? —preguntó confusa.

—Mm. ¿Te puedo llamar Momo?

Yaoyorozu sonrió mientras Todoroki se sonrojaba. Le gustaba verlo así. Ver al serio y decidido Todoroki convertido en alguien totalmente diferente, sólo ella podía convertirle en eso, y la hacía realmente feliz.

—¿Ésta es tu forma de preguntarme si quiero ser tu novia?

Todoroki asintió.

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