Acepto *[SeXing]

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SeHun despertó con el agradable aroma del té de naranjo y el pan recién horneado. Sabía que a Lay le gustaba el té pero no era muy aficionado al pan, SeHun lo era.

Le dolía un poco la cabeza, haber llorado tras quien sabe cuánto tiempo le supo peor que la cruda tras una borrachera.

Sonrió con alivio, como si el terrible peso de la culpa lo hubiera dejado. Lay lo escucho hasta el final, dándole el alivio necesario al terminar de contar.

Tras llevar a BaekHyun a su casa, ya atendido por los médicos y con uno de sus amigos en camino (que no sabía que fue SeHun el culpable) SeHun tomo sus cosas y dejo el apartamento que compartían con ese mismo amigo, lleno de culpa y horror. Corto toda comunicación con sus amigos y curso la universidad en Seúl y no Busan como quería.

Años después, BaekHyun parecía haber hecho bien su vida: tenia por esposo a KyungSoo, ese otro amigo, e incluso un niño. Admite que jamás se esperó que terminaran juntos y por la emoción en sus rostros, que él no noto por el impacto, ninguno tenía problemas con él.

Lay le sugirió que hablara con ambos para cerrar ese ciclo y eliminar los gramos restantes de culpa que tenía. BaekHyun estaba bien.

—Hey, buenos días, ¿tienes hambre? —el azabache le sonrió, dejándole una pastilla aspirina en una mano y un vaso de agua en la otra.

—Buenos días...— el rubio se sentó en uno de los bancos grandes, mirándolo servir el té y el pan. —Eso huele demasiado bien.

—Sé que te gusta el pan recién horneado así que busque una receta fácil y quedaron. —el azabache tomo una de las galletas que también había hecho y apenas notaba. —Tus ojos están hinchados y rojos, como Kumamon.

SeHun estallo en risas, recordando cómo YoonGi idolatraba a ese oso gordo oso negro de saltones ojos y como HoSeok llegaba a sentirse celoso de que luego prefiriera abrazar su enorme peluche Kumamon.

—Oh dios, no me compares con ese oso. —cubrió sus ojos como si así disminuyera la hinchazón.

—Cierto, es más adorable. —comento mientras reía, comiendo un par de galletas.

Fue un desayuno agradable, no incomodo o tenso como lo pensó. Quizás era el primer desayuno que se sentía real y sin mentiras de por medio, sin papeles a interpretar o la pared del acuerdo que los había unido. SeHun no podía recordar un desayuno más agradable en su vida después de los que compartió con BaekHyun, KyungSoo y posteriormente, JongIn.

¿Así se sentía un desayuno normal?

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Tras una merecida ducha, donde ambos se retrasaron por andar pellizcándose y empujándose, salieron a dar una larga vuelta. Lay sugirió ir al mismo parque del día anterior, pensando que si se encontraban con los antiguos amigos del rubio, podrían hablar. SeHun estaba más aliviado pero seguía estando un poco nervioso de enfrentarse a BaekHyun y KyungSoo.

La pequeña familia apareció una hora después, acercándose directamente a ambos. BaekHyun no perdió tiempo y abrazo fuertemente a SeHun, con lágrimas en los ojos. Lay empujo a SeHun para que se levantara y abrazara a sus antiguos amigos, sosteniendo al bebé que se entretuvo con la cinta de su sudadera.

SeHun se mantuvo en medio de ambos, conversando hasta que el niño se durmió y oscureció. Los tres prometieron volver a encontrarse en un par de días.