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SeHun quito sus vendajes, abriendo y cerrando sus puños. Agradeció que Lay no preguntara de sus heridas así como él no pregunto de sus dedos llenos de curitas.

Desde la vez que lo encontró en uno de sus ataques de ira gracias a su madre, que lo llamo gritándole un montón de cosas, empezó a observarlo en silencio sin que lo notara. Lay parecía tener algún desorden de ansiedad y lo reflejaba auto flagelándose, y estaba seguro de que no se daba cuenta.

Tan pronto volvieron de la apasionante luna de miel, establecieron los límites de cada uno. Cada uno escribió los del contrario para recordarlo en todo momento.

SeHun saco la hoja doblada de su bolsillo trasero y volvió a leerla. Los límites de Lay le parecían más extraños que los suyos.


*No toques mis ojos ni menciones su color.

*No preguntes por mi familia además de mi padre.

*No tendremos un hijo.

*Fuera, somos el matrimonio más feliz pero dentro dame mi espacio.

*Jamás me levantes la voz.


Cielos, parecían enfocarse más en su entorno que en lo que no podía hacer con él en la cama y eso es lo que SeHun había esperado.

Aun así, tan curioso cómo era, tenía mucho interés en el motivo por el que no quería que mencionara el color de sus ojos, porque no quería que los tocaran y sobre todo, quería saber porque tenía una cicatriz tan fea en el interior del codo que iba hacia arriba. Lay siempre podía ocultarla con su ropa pero no cuando tenían sexo y dado que SeHun era tan aficionado a morder y besar a sus amantes, la había encontrado muchas veces pero decidió ignorarla.

Además, estaba muy curioso por el tema de su relación con sus padres y su reacción ante la violencia.

Para su suerte, tenía un buen dominio en la red y podía hurgar en ella pero seguía con una laguna en la información que encontraba. Esa falta de información lo tenía muy intrigado y lo hacía sentir como todo un detective que estaba a punto de descubrir un secreto de seguridad nacional.

Mientras se dirigía a un reconocido restaurante para comer junto a su actual jefe, repasaba los planos de un proyecto en su cabeza, estaba emocionado de que Jung HoSeok y Min YoonGi le hayan dado una oportunidad tan grande al aceptarlo. Claro que tuvo mucho que ver que se haya corrido la voz de que estaba dispuesto a empezar de cero con tal de estar junto a su chico y de que tan pronto Lee Seung dijo No a su pareja, renunciara a su herencia.

Min lo elogio por defender al que le traía felicidad y prometió invitarlos a cenar para celebrar su boda, reclamando que de haber sido contratado antes, tanto él como HoSeok hubieran ido.

De verdad ansiaba quedarse en Infires aun si no tenía un puesto tan alto como en la empresa de su padre. SeHun no ambicionaba el poder, solo quería ser reconocido en lo que de verdad le gustaba hacer.

Tal como su jefe le indico, espero en la recepción por él, no esperándose ver a tan desagradable persona entrar a los pocos minutos que él.

—Que sorpresa. —dijo Wong, mirando a SeHun.

SeHun arrugo los labios, haciendo una cara de repulsión. —Ugh, debí haberme quedado en cama.

Wong chasqueo la lengua, haciendo un mero movimiento de mano para alejar a su asistente. Al rubio le recordó a su padre, preguntándose si también había pasado por su polla. —Chico, debo suponer que vienes a conseguir algo de Infires.

Acepto *[SeXing]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora