Acepto *[SeXing]

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—Antes... dijiste que estoy casado con un asesino, ¿Qué quisiste decir con eso? —SeHun enredo su dedo en el cabello azabache, sintiendo a Lay tensarse un poco.

—Había un tipo que mi padre contrato para vigilarme y enseñarme. —empezó Lay, haciendo círculos en su pecho. —Estaba bien por unos meses pero luego empezó a creer que tenía derecho a levantarme la voz en todo momento y me empezó a cansar.

— ¿Te hizo daño?

—Insultaba a mi madre, me decía reemplazo o inútil, me hacía sentir menos que nada y llegue a cansarme. No explote hasta que me agarro de la cara porque no lo escuchaba y fingió sacarme los ojos como ella lo intento.

SeHun frunció el ceño. — ¿Qué?

—No pude contenerme y le atravesé el ojo con mi pluma. —susurro Lay, causando que SeHun dejara de jugar con su cabello.

— ¿Lo... mataste?

El azabache tardo en contestar. —Mi padre dijo que se desangro en el hospital pero realmente no lo sé y viví todo este tiempo pensando que era un asesino. Aunque... si mintió acerca de mi madre, puede que solo haya amenazado a ese hombre para que desapareciera.

—Siendo Wong un total hijo de puta, lo creo. ¿No quieres saber si aún vive?

—Realmente no, solo me preocupaba volver a atacar a alguien si tocaba mis ojos. —el menor lo miro, transmitiéndole su desconfianza y vulnerabilidad.

—Por eso me advertiste. —SeHun le acaricio la mejilla. —No es que odies que toquen tus ojos, es solo que no quieres lastimar a nadie.

—Tal vez.

—Cuando tenía 13, el delincuente de turno se sentó a mis espaldas y empezó a patear mi asiento, como no le hacía caso, empezó a hacer sonidos muy molestos hasta que me desespere y le azote la cabeza contra el escritorio. Me suspendieron una semana y él termino con la nariz rota, una ceja y un labio partido y moretones.

Lay lo miro con sorpresa. — ¿Y qué paso después?

—Bueno, el tipo regreso hecho mierda y no volvió a molestar a nadie. —la risa de SeHun le causo un pellizco. —Au, oye. Se lo merecía y les hice un favor a todos.

—Pero le rompiste la nariz.

—También paso cuando tenía 18. —comento SeHun, suspirando. —Había un tipo en la universidad que solía aprovecharse de la aparente riqueza de sus padres para conseguir lo que quería. Me jodia su existencia pero no lo hizo realmente hasta que se metió con JongIn.

— ¿Intento hacerle daño?

—Lo puso en una situación delicada cuando amenazo con despedir a su padre si se negaba a hacerle pasar la materia.

—Ugh, desagradable.

El rubio asintió. —El padre de JongIn trabajaba para el padre de ese bastardo y mi amigo no siempre tuvo una buena situación económica.

— ¿También le rompiste la nariz?

—Y le deje la mitad de la cara morada. JongIn no lo supo pero mi padre amenazo al de ese imbécil para que no sacara a la luz nada de lo que había pasado ni que se le ocurriera hacerme algo.

—Bueno, al menos sirvió de algo.

SeHun enterró su nariz en su pelo, asintiendo. —Para todos, el tipo ese solo perdió una pelea.