CAPITULO 39: "LE"

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LENGUA: La lengua es un órgano muscular y mucoso con una importante función en la masticación, la fonación y la deglución. También permite, gracias a sus yemas gustativas, diferenciar lo dulce, lo salado, lo ácido y lo amargo. Los problemas más usuales en la lengua son: ÚLCERAS, CÁNCER, LESIONES, INFLAMACIÓN, ADORMECIMIENTO, QUEMADURAS y MORDERSE LA LENGUA.

La mayoría de los problemas que se dan en la lengua tienen relación con un sentimiento de culpa no por lo que la persona come. También es posible que la persona se acuse de no haberse "mordido la lengua", es decir, de haber sido indiscreta.

Morderse la lengua se relaciona con la culpabilidad por lo que se acaba de decir o lo que uno se dispone a decir.

Si frecuentemente te sientes culpable porque te gusta comer o te acusas de ser demasiado goloso, el refrán que sigue seguramente te ayudará: "No es lo que entra en la boca del hombre lo que le hace daño, sino lo que sale de ella". No importa el sentimiento de culpa que sientas: tu dolor te advierte que los valores en los que te basas te hacen daño. Ya no los necesitas. Debes permitirte vivir experiencias que desarrollen en ti el amor incondicional. Debes concederte el derecho de expresarte, aunque salga mal.

La lengua es un órgano muscular al cual está vinculado el gusto. Si quiero expresar un pensamiento verbalmente, necesito mi lengua. Si me muerdo la lengua, debo preguntarme si me culpo por lo que acabo de decir., si vivo culpabilidad. Tengo la lengua dormida o hinchada cuando quiero saborear más la vida, o que tengo disgusto frente a una persona, una cosa o una situación. Aprendo a saborear todas las alegrías que se ofrecen a mí.

LEPRA: La lepra es una enfermedad infecciosa que se inicia con pequeñas manchas pigmentadas en la piel, acompañadas de trastornos nerviosos. Las lesiones forman anillos que rodean un espacio de piel más clara. Las placas miden un centímetro o más, y en ese lugar suele haber menos sensibilidad, incluso ninguna. Los trastornos nerviosos consisten generalmente en parálisis que dan lugar a deformaciones de la mano y en especial a los característicos dedos en forma de ganchos. Un signo precoz es la atrofia de los músculos interóseos. Hay otra forma de lepra, producida por bacilos, cuya invasión hace desaparecer las cejas y la barba, pero no la cabellera.

Como esta enfermedad es un tanto repugnante, la persona afectada es del tipo que se rechaza completamente, que no se considera lo suficientemente buena, ni limpia, ni pura, para que los demás se interesen por ella. Se carcome de tal modo por dentro que abandona su plan de vida. Se siente impotente ante lo que ocurre a su alrededor.

Aunque en el continente americano y en Europa esta enfermedad está controlada, sigue estando muy presente en el mundo. Las personas enfermas generalmente sienten vergüenza y no se atreven a reconocerlo. Si es tu caso, toma conciencia de la vergüenza que te habita y te carcome; date cuenta de que la impotencia y el rechazo son sólo creaciones de tu cuerpo mental. Has dejado que tu ego te convenciera de que no vales nada a los ojos de los demás. Ahora te corresponde revisar esta forma de pensar.

Tu cuerpo te envía el mensaje importante y urgente de que vuelvas a establecer contacto con el ser extraordinario que eres. Te sugiero encarecidamente que comiences a dedicarte cumplidos y a hacer una lista de tus talentos, tus capacidades y la utilidad de tu presencia en tu entorno.

La lepra es una enfermedad infecciosa crónica que afecta la piel, las mucosas, los nervios. La persona afectada por ella se siente sucia, impura, no se estima a la altura. Se auto - destruye. Si tengo la lepra, tengo la sensación que no tengo lo necesario para asumir mi vida, mis responsabilidades. ¿De todos modos, me merezco vivir? Tengo tendencia a hacerme frecuentemente esta pregunta y a dejarme ir, sintiéndome incapaz de cambiar nada en mi vida. Acepto de ahora en adelante alimentarme con pensamientos de amor y armonía para rehacerme una nueva piel que reflejará mejor el ser divino que soy.

LEUCORREA: La leucorrea es una infección vaginal que puede ser producida por un germen, un parásito o, con frecuencia, por la levadura Gandida albicans (véase candidiasis). Se manifiesta mediante la secreción de flujos espesos, blancuzcos, de olor agrio, con aspecto de leche cortada, que provocan un intenso dolor vaginal.

La mujer que sufre leucorrea siente enojo con respecto a su vida sexual. Se siente engañada en este aspecto. Acusa a su pareja de querer demasiado o se acusa de dejarse seducir, de no poder decir "no". Es del tipo que quiere controlar y siente enojo porque no logra tener el dominio en ese terreno. Además, se siente culpable porque considera la sexualidad como algo sucio. Quisiera ser considerada inocente.

Este mensaje te indica que es momento de cambiar tu percepción con respecto a las relaciones sexuales. Te organizas de modo que te impides hacer el amor cuando tu cuerpo lo desea. Es tu forma de pensar la que te impide actuar. Te ayudaría mucho utilizar tu vida sexual para aprender a soltarte, lo cual mejoraría sustancialmente tu relación con tu cónyuge. No digo que siempre tengas que decir "sí" a tu pareja, sino que te atrevas a darte el derecho de querer hacer el amor y reconocerlo sin temer que tu pareja se aproveche o tenga control sobre ti. Acepta la idea de que no es sucio disfrutar del sexo. Este acto es, ante todo, un medio de comunicación y de fusión con el ser amado.

La leucorrea también se llama pérdidas blancas o pérdidas vaginales. Es una infección vaginal que demuestra o bien un rechazo de tener relaciones sexuales, o bien culpabilidad o agresividad hacía mi pareja, o bien el hecho de no tener ninguna. Suele ser causada por la sensación que tengo de ser impotente frente a mi cónyuge, y al tener la sensación de no tener ninguna influencia sobre él, esta enfermedad se vuelve como un instrumento de manipulación que me hará sentir que controlo la situación y por lo tanto mi cónyuge, porque soy YO quien decide si puedo tener relaciones sexuales o no. Debo tomar mi lugar, reconocer mi verdadero valor y convencerme que soy la persona que puede tener el control sobre mí y sobre mi vida.

DICCIONARIO DE LAS ENFERMEDADES EMOCIONALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora