CAPITULO 4: de "AN" a "AP"

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ANDROPAUSIA: Es un fenómeno natural consistente en la disminución de la función sexual que puede presentarse en los hombres alrededor de los sesenta años.

La andropausia, propia del hombre, corresponde a la menopausia en la mujer, a pesar de que esto no corresponde a un cambio hormonal equivalente. Todas las inseguridades vinculadas a la vejez, a las capacidades sexuales, a los sentimientos de inutilidad y de debilidad se manifiestan interiormente y físicamente por dolores en los órganos genitales (en particular la próstata) y a uno o diversos aspectos del concepto masculino. Como hombre, debo tomar mi lugar en el universo en armonía con cada aspecto de mi persona, el lado femenino como el lado masculino.

ANEMIA: La anemia suele definirse como una disminución del número de glóbulos rojos de la sangre. Éstos son necesarios para la distribución del oxígeno (02) a las diferentes células y para la evacuación de una parte del gas carbónico (C02). Los signos de la anemia son: palidez de la piel y de las mucosas, aceleración de la respiración y del ritmo cardiaco, y una fatiga muy marcada. Se pueden presentar dolores de cabeza, mareos y zumbidos en los oídos (signos de una mala oxigenación en el cerebro).

En metafísica, la sangre representa la alegría de vivir: esto es lo que ha perdido la persona anémica. Incluso puede resultarle difícil aceptar esta encarnación hasta el extremo de no desear seguir viviendo. Se deja invadir a menudo por el desánimo y ya no establece contacto con sus deseos ni con sus necesidades. Se siente débil.

Si tienes anemia en este momento, debes volver a contactar con tu capacidad de crear tu vida sin depender de los demás. Toma más consciencia de los pensamientos negativos que te impiden encontrar la alegría en tu vida. Deja salir al niño que hay en ti, ese que quiere jugar y tomarse la vida menos en serio.

ANEURISMA: Un aneurisma es una dilatación de un vaso sanguíneo directamente comunicado con una arteria; dicha dilatación permanece llena de sangre, rodeada por una membrana en forma de saco.

Existe un gran riesgo de que el vaso sanguíneo se rompa. Se le suele detectar por la presencia de dolores torácicos, tos y dificultad para tragar. Si es abdominal, viene acompañado de dolores y trastornos digestivos, con frecuencia palpables. Se considera generalmente que un aneurisma cerebral es consecuencia de malformaciones congénitas que se revelan tardíamente.

Este problema puede surgir después de un gran dolor, casi siempre relacionado con la familia, dolor que bloquea la alegría de mantener las relaciones como antes. La persona que presenta un aneurisma vive o desea vivir un rompimiento, aun cuando éste le destroce el corazón. De manera inconsciente, también se siente culpable de su decisión. Ha acumulado demasiado y ha llegado al límite. Su decisión de romper la tomó cuando ya no podía más, pues esta persona, en lugar de actuar, reacciona demasiado.

El hecho de sufrir un aneurisma es un mensaje urgente para que dejes de acumular penas internas y tomes la decisión de expresar tus sentimientos a las personas involucradas en lugar de guardarlos en tu interior. No quieres mostrar tu enorme sensibilidad, pero no tienes otra opción: o la expresas o te causará la muerte. También te sugiero que trabajes con tu terquedad, que te lleva a tomar decisiones radicales de rompimiento, que no te benefician. Tu corazón desea lo contrario. No te dejes invadir por tus pensamientos negativos: provienen de tu dolor. Si lo expresas, volverás a encontrar la alegría de vivir con tus seres queridos.

ANGINA (en general): La angina se caracteriza por un aprieto al nivel de la garganta, debido a una inflamación aguda de la faringe. Hay algo que no pasa, una emoción bloqueada que me impide decir a mi entorno mis verdaderas necesidades. Tengo el sentimiento de que apretando la garganta (chakra o centro de energía de la creatividad o de la expresión), no puedo expresar lo que estoy viviendo y lo que ciento para con los demás, y sigo poniendo inútilmente la atención sobre esta creencia. Debo encontrar lo que me llevó a pensar en esto. Habitualmente puedo encontrar una respuesta dentro de las últimas 48 horas previas al dolor. ¿Sería una ligera irritación (conducto inflamado) o una pequeña frustración que no trago y que subsistirá hasta que cambie mi actitud y mis pensamientos? No es cuestión de tragar esta historia incluso si esto me pone el fuego a la garganta. También pueden ser pensamientos negros y negativos con relación a alguien o a una situación. Hay algo que quiero absolutamente conseguir; como por ejemplo, un nuevo empleo, un resultado escolar excepcional que me evitaría una situación en donde deberé justificarme, explicarme o rendir cuentas? Poco importa el motivo, es tiempo de quedarse abierto y volver a abrir este mismo canal si mi viva sensibilidad estuvo herida. Mis necesidades fundamentales deben estar satisfechas y tengo derecho a ellas como todo el mundo. Me mantengo abierto a mis necesidades y centrado sobre mí ser interior si quiero evitar este tipo de angina al nivel de la garganta.

DICCIONARIO DE LAS ENFERMEDADES EMOCIONALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora