Capítulo 30

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Esa noche que el rubio se fue a dormir con su amigo, Marinette se despertó de golpe al sentir una tormenta en su interior.

- otra vez- los escalofríos no la dejaban dormir de noche y eso la atormentaba.

Se levantó con dificultad y abrió la ventana que estaba en su delante.

Respiro profundo sintiendo como el aire penetraba sus fosas nasales y sonrió.

- al menos el aire fresco me relajo un poco- regreso a la cama que ocupaba y, aún sin dormir, sintió el viento.

- me preguntó, si Adrien pudo dormir- inhaló el aroma de la almohada y aferró sus manos en el colchón.

- necesito ir al doctor- suspiro- mañana a primera hora- rió- oh bueno más tarde- tomo su celular que estaba a su lado y desbloqueo la pantalla.

5:00 am

- dormí bien está noche, creo que es la primera- aún arropada entre la manta se encogió más.

- podría levantarme y esperar... Oh, podría quedarme aquí calientita por unas horas más- sonrió ante la segunda opción.

Pero......

Toc, toc

- ¿Quién es?- si, suena tonto que conteste a las 5 de la mañana pero reaccionó tarde.

- hija, estabas despiertas toque porque no se jaja- camino hacia ella y se sentó a su lado.

- jaja, no te preocupes mamá me desperté hace un rato- sonrió.

- hija, te veo mal- y era verdad, su madre había notado el desbalance que ella llevaba.

- estoy bien, mamá, no te preocupes. Iré al doctor más tarde- su mamá suspiro y asintió.

- deja que te acompañe, ¿vale?- Marinette asintió resignada.

Dejo que la menor siguiera durmiendo y salió de la habitación, aunque la menor no pegó el ojo.

Unas horas más tarde, Marinette se alistó para salir cambiando un poco su atuendo, unos jeans negros y una polera grande color azul marino, sus mismos zapatos diarios solo que de color negro y su cabello suelto.

- mamá, estoy lista- le regaló una sonrisa débil a su madre y salieron hacia la clínica.

Una vez ahí, pidieron consulta con el pediatra, una vez que llegó su turno con nerviosismo camino hacia el consultorio del doctor.

Vieron a un hombre adulto, con melena blanca y ojos color avellana.

Les sonrió y causó ternura por parte de las Cheng.

- buenos días, doctor- sonrió tímida. La mayor copio su acción.

- buenos días, señoritas- les respondió, entonces el doctor analizó con la mirada a Marinette y suspiro.

- soy el doctor Lowry y Marinette, con tan solo verte puedo saber que estás mal- eso hizo que la chica borrará su sonrisa.

- ¿Qué podría decirnos, doctor?- el doctor negó con la cabeza.

- aún no puedo confirmar nada sin unos exámenes- escribió unas cuantas palabras en una hoja y se la entrego a la menor.

Marinette le contó cómo se sentía y que síntomas tenía, el doctor escuchaba con atención y unía piezas sobre lo que creía que la azabache tenía.

Unos minutos más y salieron con la orden del doctor al laboratorio.

Unas muestras de sangre confirmarían las sospechas y daría un giro de 360 grados.

Horas más tarde.

- bien, ya tengo los resultados y créanme no son buenos- el doctor abrió el sobre y sacó los resultados.

- ¿Qué es?- pregunto al ver el rostro cabizbajo del doctor, por más que los años pasarán siempre les dolía decir las malas noticias la profesión del médico es ayudar no decir malas noticias.

- Marinette, estás muy enferma...- soltó de golpe haciendo que ambas se sobresaltaran- tienes leucemia, pequeña- y con ello su mente quedó en blanco.

[capitulo editado] ☑️
11/01/22

[hasta aquí llego por el momento uwu]

Se mis ojos [EDITADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora