Capítulo 14

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Al día siguiente.

- Adrien ahí no-

- ¿Ahí?

- si, sigue así...-

- está empezando a gustarme-

- a mi también...-

- ¿Niños, qué hacen?- preguntó Sabine, entrando a la habitación de Mari.

- jugamos a ponerle la cola al burro- dijo inocente.

- bueno, ¿quieren que les traiga algo?- dijo tiernamente, ambos negaron agradeciendo igualmente.

- mamá, ¿Y papá?- pregunto la azabache menor parándose de su silla de escritorio.

- me espera para salir a cenar, dice que tiene una sorpresa para mí, y bien hija, ¿Cómo me veo?- dijo, Marinette la miro de pies a cabeza e hizo un ademán refiriéndose a que una idea había llegado.

- ahora vengo- dijo y fue a su closet, de este saco una bufanda con detalles de flores y un anillo con forma de flor.

- ¿Qué son hija?-

- el detalle final, mamá- dijo y le colocó la bufanda y el anillo. La guío para que se viera en el espejo.

- oh cariño, tu si que tienes un don para la moda, gracias, será mejor que me vaya, adiós hija, adiós Adrien- dijo y se retiró de la habitación.

- es bueno ayudar- dijo feliz, volviendo con Adrien que al parecer lo había olvidado sino fuera porque su mamá lo menciono antes de irse.

- y bien Adrien, ¿qué quieres hacer?- dijo sentándose en su sofá.

- no sé, ¿Sacamos a pasear a Golfo?- dijo y Marinette hizo una mueca de felicidad.

- claro, iré por él, ahora regreso- dijo y salió a la azotea para sacar a Golfo. Adrien trataba de caminar por el lugar para conocer el tacto de las cosas de Marinette, había muros, cajones, cómodas, etc.

Escucho un ladrido y pisadas de patas para cuando se volteo siente que un peso se le va encima y empieza a lamerle la cara.

- jajaja basta me hace cosquillas- dijo riendo, Marinette se le quedó viendo por un buen rato, su sonrisa era grande y su risa era contagiosa, esa mirada que no todos pueden ver pero por solo unos segundos se presenta.

- bi-bien Golfo, vamos- dijo golpeando su pierna para llamar la atención del perro.

- gracias, casi muero de la risa- dijo aún con la sonrisa grande. Marinette se acercó para ayudarlo.

- ¿Te doy una mano?- dijo sonriendo y le extendió la mano.

- gracias- dijo, intentando alcanzar su mano pero se desviaba. Marinette sonrió dulcemente, tomo su mano y tiró suavemente. Adrien puso de su parte y se paró con ayuda de sus pies tomando así, impulso. Quedaron sus rostros cerca que podían besarse, sus respiraciones estaban cerca podían sentir su aliento y si no fuera por ninguna interrupción hubiera pasado.

Pero.....

Un canino de nombre Golfo se les abalanzó lamiendo los a ambos.

- jajaja yaya, está bien, te sacaremos a pasear, ¿verdad Adrien?- el rubio aún estaba en shock no sabía que había o hubiera podido pasar solo sintió su corazón latir rápido y sus mejillas calentarse.

-s-si si, vamos- dijo mirando a otro lado.

- bien y arriba- tomo el brazo de Adrien y lo ayudo a levantarse, se separaron para que no pasará lo mismo otra vez.

Se mis ojos [EDITADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora