Se me hacía tarde para la escuela, otra vez. Desearía no haber bebido mas de la cuenta el día de ayer en la fiesta de Sandra, ahora debo ir con la cruda de mi vida a la escuela.
Después de soportar los regaños de mi madre por mi comportamiento, la mirada de decepción de Coraline y los berrinches de Tobias, finalmente salí de mi casa, donde Jayden, mi apuesto novio, ya me esperaba con su auto.
—Hola amor, ¿te duele tu cabeza? — me saluda apenas subo.
—Si, ¿dónde estuviste ayer? Te perdí el resto de la noche y tuve que llamar a mi hermana para que fuera por mi, ya que no estabas — le reprocho con mucho enojo. Por su culpa, mi hermana ya no me quiere prestar su auto para ir a la escuela.
—Lo siento, me sentí mal y me fui a dormir a mi auto...lo siento mucho hermosa, te lo compensaré — se acerca y me besa profundamente. No puedo enojarme con él si se comporta de una manera tan dulce.
—Esta bien quedas disculpado, pero si me haces llegar tarde a mi clase te mataré — dicho esto, aceleró a fondo.
En cuestión de 5 minutos, ya estábamos estacionados afuera de la escuela. Bajé, le di un beso y él se marchó a su clase. Jayden es 2 años mayor que yo, pero eso no impidió que nuestra relación surgiera y creciera, mi familia dice que aún soy muy pequeña para salir con él pero tengo 18 años y es muy legal esta situación; como sea, a nadie en mi familia le agrada que salga con él, me dicen que es un patán y un mujeriego, pero eso lo dicen solo porque no les gusta verme feliz y disfrutando de mi juventud.
Camino por los pasillos de la escuela, todos me miran de una manera que yo deduzco como envidia, después de todo, soy la chica de primer año que fraterniza con los de tercer año y los mas populares del colegio. Soy la más afortunada. Finalmente llego a mi salón y tomo asiento en la segunda fila, la profesora de ética se encuentra ya de pie anotando en la pizarra el tema de la clase.
Cuando todos los alumnos entran, la profesora cierra la puerta y se para en medio del aula.
—Buenos días chicos — habla en voz alta y mirando a todo el grupo.
—Hola — respondemos como ya es costumbre.
—El tema del día de hoy es sobre el cuidado de nuestra salud, tanto física como mental... — sigue hablando.
Mi mente se desconecta por unos minutos, viendo a través de la ventana a mi novio entrenar, se ve tan sexy. El balón sale de la cancha y él se acerca por el, pero una de las porristas se interpone en su camino, es Michele Novak. Ella siempre ha estado detrás de él, lo bueno es que me es fiel y sé que nunca me engañaría.
—Si no pone atención tendré que sacarla de la clase señorita Weeks — me reprende la profesora justo frente a mi.
Las risas hacen eco en el salón y siento las miradas sobre mi.
—Lo siento — me incorporo en mi asiento y bajo la cabeza apenada.
—Hablaré contigo al finalizar la clase Weeks — camina de regreso al frente y sigue con su clase.
Dejo de sentir las miradas sobre mi, excepto una, Della Erickson, mi ex-mejor amiga. Deje de hablarle hace 2 meses y habíamos sido amigas desde la primaria, pero tenía que arruinarlo al decir miles de cosas horribles de Jayden; osea, ¿cómo se le ocurre que él podría engañarme con la zorra de Michele y burlarse de mi a mis espaldas? Solo estaba celosa de que mi popularidad estaba aumentando y no le gustaba vivir a mi sombra.
Terminó la clase, todos se fueron menos yo. Me quede sentada en mi lugar hasta que la profesora me hizo la señal de acercarme a su escritorio.
Sentía que caminaba a mi ejecución, me detuve frene al escritorio y ella sacó una carpeta, me buscó en ella y cuando vio mi nombre se detuvo.—¿Qué esta sucediendo contigo? — sigue leyendo.
—¿Perdón?
—Al entrar eras la mejor de la clase, y ni hablar de tu talento como pianista, pero ahora...tus calificaciones están por los suelos — deja la lista en su escritorio y me mira esperando una respuesta.
—Tocar el piano no me servirá de nada — me cruzo de brazos.
—Esto es lo que va a pasar Sofia, quedas fuera de mi clase — guarda sus cosas y sale del salón.
No puede sacarme, si lo hace reprobaré y si repruebo ética no podré pasar de año. Salgo corriendo tras ella pero no la veo, sigo corriendo hasta el estacionamiento de maestros y la veo guardando sus cosas dentro de su mercedes color plateado.
—¡Profesora por favor! - le grito y me acerco con velocidad — No me saque de su clase, sabe que si repruebo con usted no podré pasar y...— me interrumpe.
—Tendrás que repetir el año y no te graduaras con tu generación, cosa que no te ayudaría en nada, ¿cierto? — termina por mi.
—Por favor no lo haga — suplico.
Parece pensarlo, me mira directo a los ojos, una mirada que intimida. Cierra la puerta trasera de su auto y sube en el asiento de conductor.
—Quedarás fuera de mis clases mas no te reprobaré, pero...deberás entregar un reporte completo acerca de lo importante que es la salud mental y física a tu edad, quiero una conclusión profunda donde me redactes lo que aprendiste.
No es difícil, solo le pediré ayuda a Coraline.
—Esta bi...
—Y, te presentarás en el recital de fin de año para los egresados, serás la pianista principal — enciende su auto.
—Trato hecho, gracias — le sonrío.
—Le estoy dando una segunda y ultima oportunidad señorita Weeks, no me falle.
Veo como el auto se aleja y sale del campus. Suelto un suspiro y camino de regreso a mi edificio, tengo poco más de 1 año para practicar ese recital; pero antes decido ir a ver a Jayden entrenar.
Cuando llego a la cancha, lo veo platicar con Michele, en cuanto me ve se aleja de ella y trota hacia mi.
—¿Qué haces aquí? - me pregunta con confusión.
- ¿Por qué hablabas con Michele? — miro sobre su hombro como la zorra esa me sonría de una manera extraña a su vez que me dice adiós.
—Ella es porrista y yo jugador, debemos estar unidos antes del gran juego dentro de 5 días y no quiero que pienses mal — acaricia mi mejilla.
—Esta bien - me da un beso — Yo solo venía a verte practicar.
—Eres un amor, pero tienes clases preciosa.
—Si, ya me iba...¿me llevarás a casa? — acomodo mi mochila en mi hombro, dispuesta a irme.
—No, lo siento, debo ir a ayudar a Garrett para hacer la fiesta mañana por la noche — se rasca la nuca.
—Bien, te llamo luego — me doy la vuelta y me voy.
Ayer me deja botada en la fiesta, hoy casi me hace llegar tarde y ahora no quiere llevarme a casa por una estúpida fiesta, ¿qué se cree? Sandra me había invitado en secreto a esa fiesta, y honestamente le dije que mi madre no me dejaría ir, pero como la buena amiga que es me dijo que me ayudaría a escaparme.
Le daré una gran sorpresa a Jayden.
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Enamorada en una pausa
Teen FictionSofía Weeks es una joven que cegada por su amor hacia su novio, deja de lado a su familia y a su mejor amiga. Una gran pianista que desperdiciaba su talento viviendo de fiesta en fiesta. Un día, al salir ebria de una fiesta tiene un accidente de a...