She is a boy

Capítulo 8: SPY

Capítulo 8: SPY.

Dasom entró en la oficina, luciendo un pequeño vestido negro y zapatillas, Youngjae estaba escribiendo en la computadora portátil, a pesar de que notó su presencia, fingió que no lo hacía y siguió escribiendo hasta que ella se detuvo ante él, luego levantó la vista, tenía un maquillaje impecable y labios rojos carnosos.

—¿Qué estás haciendo aquí?—Preguntó Youngjae groseramente.

—Estoy aquí para agradecerte por el cheesecake.

—¿Cómo hicistes? No estabas allí y lo tiré.

Dasom le dio a Youngjae una sonrisa enigmática, se acercó a él y se sentó en su regazo.

—¿Qué diablos crees que estás haciendo? — dijo Youngjae, con la boca abierta y la mirada fija en ella.

—Cualquier cosa que quieras que haga—Dasom movió su cuerpo contra el suyo y le susurró al oído y luego se mordió el lóbulo de la oreja y le besó el cuello haciendo que le recorriera el cuerpo antes de tomarle la cara con ambas manos, Youngjae cerró los ojos y esperando el beso, no podía pensar con claridad, su perfume era embriagador como sus movimientos.

—¡Besame!

Youngjae abrió los ojos y encontró un trapeador en su regazo en el lugar de Dasom; el trapeador llevaba un vestido de novia y tenía brazos caricaturescos que lo agarraban posesivamente.

—Bésame— el trapeador frotó su manojo de cuerdas contra la cara de Youngjae mientras Youngjae intentaba empujarla sin éxito.

Youngjae se despertó en estado de shock, se dejó caer en el trabajo y tuvo el sueño más aterrador de todos los tiempos, una seductora Dasom atrayéndolo y luego un trapeador vestida como una novia besándolo. Youngjae vio su computadora portátil, el perfil de Dasom fue publicado hace cinco horas y ya tenía 3.000.000 de visitas. Fue la primera vez en la historia de Ego que una nueva y desconocida modelo recibió tanta atención. Muchas marcas querían que fuera la cara de sus productos, los programas de variedades querían entrevistarla, incluso los ídolos masculinos llamaban a conocerla.

—Comida favorita cheesecake, parte del cuerpo favorita muslos, hábito frecuente lamerse los labios...

—Hola, ¿puedo pasar? — preguntó Daehyun con su voz femenina desde el umbral. La puerta estaba abierta, pero no quería entrar sin permiso y darle a Youngjae una excusa para ladrar como un perro rabioso.

—¿Estoy soñando de nuevo? —Youngjae se abofeteó mientras estudiaba la mirada de Dasom, ella llevaba una sudadera holgada en vez del sexy vestido en su sueño.

—¿Qué quieres?— Daehyun caminó hacia Youngjae sin la actitud provocativa en su sueño.

—No quiero nada de ti— dijo Youngjae aprensivamente, imaginando que Dasom iba a saltar sobre él en cualquier momento, pero ella simplemente se cruzó de brazos.

—Enviaste a tu secretaria por mí.

—Ah... Sí... Este es el contrato... —Youngjae metió la mano en el desorden de su escritorio y le dio una carpeta.

Daehyun nunca había visto un contrato, por lo que fingió leerlo, había un par de papeles y todos parecían iguales. Youngjae la miró, estaba claro que no tenía ni una sola pista sobre los contratos, su cara perpleja era adorable, se mordió el labio inferior un par de veces y se lamió los labios como si fuera un jodido Youngjae, era demasiado atractiva (si Dasom no planeaba saltar sobre él, planeaba hacerlo)

—¿Obtendré 30,000 por mes? — Daehyun miró a Youngjae y Youngjae rompió el contacto visual.

—Sí... ¿Tiene alguna objeción? — Youngjae jugó con su laptop ansiosamente.