CAPITULO 6

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Sebastian entró en su habitación, había pasado un rato muy inspirado junto a Tom, pero lo había dejado limpiando el salón de ensayo y decidió ir a su habitación para relajarse y descansar un rato

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Sebastian entró en su habitación, había pasado un rato muy inspirado junto a Tom, pero lo había dejado limpiando el salón de ensayo y decidió ir a su habitación para relajarse y descansar un rato. El viaje estuvo, más que pesado, fastidioso; ya que un niño no había dejado de llorar y berrear durante todo el vuelo, eso había alterado sus nervios. Tomó el móvil para molestar a Tom con mensajes tontos, pero sus ojos se encontraron con el texto de Leandra.

Leandra:
¡Qué lindo eres, muñequito! Y me alegra saber que pronto estará de vuelta. No me olvido de nuestra cita. Besos – Leandra
PD. Envíame una foto tuya, quiero ver tus ojitos azules.

La chica le pedía una foto y Sebastian suspiró un tanto fastidiado. No quería levantarse de la cama para tomarse una nueva, así que decidió usar las fotos que había tomado durante su estancia en Texas. Revisó las imágenes y en todas o casi todas, aparecía junto a Sienna. Por fortuna encontró una imagen y la adjuntó en un mensaje de texto.

Sebastian:
Una disculpa por tardar en responder, linda. Mi hermana fue a recogerme al aeropuerto y me llevó a almorzar. Después de una larga charla con ella, apenas tuve tiempo de revisar el móvil. Por cierto, te adjunto la foto que me pediste. Espero que te guste, dulzura.

Leandra miró el mensaje que acababa de llegar. ¡Ya era hora! Esos tipos se daban su importancia. Les había enviado el mensaje desde hacía horas. Al menos Sebastian se había dignado en responder; ¡pero Tom no! La mujer abrió la imagen y sonrió complacida al ver a Sebastian. Era una foto sencilla, en un fondo azul; las manos del hombre estaban metidas en los bolsillos de su chaqueta de piel negra; el cabello castaño peinado hacia atrás, dónde se dibujaban unas suaves ondas. La cara seria y la barba semicrecida le otorgaban un aire enigmático. ¡Se veía guapísimo!

Mientras la mujer observaba a detalle al hombre, una llamada la distrajo. Era Sebastian; Leandra sonrió y se apresuró a responder. ¡Por fortuna él la llamaba! Su plan había expirado y ella no tenía dinero para pagar la cuota mensual; por lo tanto no podría enviar mensajes o hacer llamadas. ¡Necesitaba salir con él! Así conseguiría algo de dinero para pagar el plan telefónico y poder seguir con comunicándose con ese par de bombones.

-¡Hola, muñeco! – Saludó Leandra con voz melosa - ¿Cómo estás? ¿Y ese milagro que me llamas?

-Hola preciosa – Dijo Sebastian – Tuve un par de semanas bastante activas y cargadas de trabajo – Se excusó – Pero ahora estaré descansando por unos días y así podremos vernos con frecuencia.

-¿Estás seguro? – Preguntó Leandra – Porque a mí me gusta que me dediquen toda la atención, ¡nada a medias!

-¡Por supuesto! – Dijo el hombre mirándose las uñas... ¡cómo si se lo mereciera! – Yo te dedico todo el tiempo del mundo, princesa.

Leandra rió de una manera boba y se mordió el labio inferior. Si eso era cierto, pronto lo tendría comiendo de su mano y le sacaría todo el provecho posible a Sebastian. Aunque esperaba que Sienna no se enterara o tendría problemas con ella.

GAME OVER (Tom Hardy & Sebastian Stan Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora