CAPITULO 38

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Tom estaba muy satisfecho con la pre-venta del nuevo álbum de The Hardygans, llovían peticiones de distintas partes del mundo y él estaba ansioso para enviar el material a sus fans, además de hacerlo para los medios especializados de esta manera a...

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Tom estaba muy satisfecho con la pre-venta del nuevo álbum de The Hardygans, llovían peticiones de distintas partes del mundo y él estaba ansioso para enviar el material a sus fans, además de hacerlo para los medios especializados de esta manera aparecerían las primeras críticas y podría responder las entrevistas. Sus compañeros de banda habían regresado a Nueva York y él estaba en casa de sus padres, trabajando en el material sinfónico del álbum.

La madre de Tom lo miraba trabajar, su hijo estaba tranquilo y sin malestares, incluso su ánimo estaba diferente, podía verlo muy feliz. Quizá ya había arreglado sus asuntos con Tori, pero necesitaba salir de dudas, así que no perdió la oportunidad de preguntárselo.

-¿Has hablado con Tori? – preguntó directamente.

-¡No! – Fue la respuesta de Hardy quién no levanto la vista de su trabajo – No tengo ganas de hablar con ella.

-Pero... ¡dijiste que ibas a hacerlo! – Murmuró Anne - ¿A qué se debe tu cambio de opinión?

-Yo no tengo nada que hablar con ella – Dijo Tom - ¡Se acabó, mamá! Ella se casará con otro, se irá de Nueva York y jamás volveremos a vernos. ¿Para qué moverle?

-Me decepcionas, Tom – Suspiró su madre - ¿Dónde quedaron tus palabras? ¡Dijiste que lucharías por ella!

-¡Ya no tiene caso! – Exclamó el hombre – Entre Victoria y yo nunca habrá nada más que una amistad y, creo que a estas alturas las cosas se han acabado. ¡Ni amistad, ni nada!

-¿Te estás escuchando? – Preguntó su madre – Llegaste aquí llorando, te desmoronaste en ese mismo sillón en el que estás sentado, quejándote porque Tori se iba a casar con otro. Gritaste que la amabas y que te dolía hasta el alma perderla. ¿Acaso todo fue un chiste? ¿Una especie de broma? – Gritó la mujer - ¡No tienes vergüenza!

-¡Es que ya lo analicé!

-¡No! – Lo interrumpió – Tú no has analizado nada, ¡lo que pasa es que eres un cobarde! Tienes miedo de decirle la verdad a Victoria. ¿A qué le tienes miedo, hijo? – Preguntó Anne – No entiendo tu actitud, en verdad.

-Tengo miedo a no hacerla feliz, a no ser el hombre que ella piensa que soy... ¡nunca voy a serlo!

-¿Y cómo lo sabes? – Lo retó su madre - ¿Cuándo lo has intentado? Cuando has tenido los suficientes para pararte frente a esa mujer y abrirle tu corazón.

-¡Se lo he dicho! – Gritó Tom – Le he abierto mi corazón muchas veces, le he dicho que tan importante es para mí. Le he dedicado trabajos enteros, obras completas a ella y ni así se dio cuenta – Bufó frustrado - ¡Ella es una tonta!

-¡Y tú también! – Gritó Anne golpeándolo en la espalda - ¡Díselo abiertamente! Díselo también con palabras. Quizá ella ya se dio cuenta de todo, pero a veces las mujeres también queremos que nos tomen de las manos, nos miren a los ojos y nos repitan esas palabras que en silencio se han pronunciado. Pero que salgan de tu boca, fuertes y claras, con honestidad y ternura, ¿lo comprendes? – Preguntó.

GAME OVER (Tom Hardy & Sebastian Stan Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora