Diana.
Miraba mi cabello por décima vez sin saber si ir con el pelo tomado o suelto. Mordí mi labio. Creo que sería mejor con una cola de caballo. Había conseguido el trabajo y ya vestía el uniforme que era un jeans con unas poleras de algodón con la marca de la tienda.
Toqué mi vientre y sonreí.
-Estaremos bien, corazón
Hace dos dias no sabía nada de Niall, ayer había llamado a Maura para decirle que lo del lupus fue una falsa alarma y, bueno, lo que pasó con Horan. Entendió que cortara un poco las relaciones con ella.
Bajé a la cocina y me preparé un huevo. También un agua de hierbas y leía la dieta que me había dado el doctor. Ayer había ido y comenzamos a hablar de los posibles tratamientos.
Solo sabía que podría tomar unas pocas medicinas, lo demás sería resistir. Por el bebé no podía y tampoco me iba a arriesgar para perder a mi corazón.
La dieta, el ejercicio y tratar de estar lo más relajada posible iba a ser vital para mi pequeñín.
No mentiría si decía que no me dolía el corazón, porque extrañaba muchísimo a Niall. Dormir con él, hablar, reír. Sentí que una parte de mí había sido arrebatada.
Jack había vuelto en mis pesadillas y vivía con miedo de que él volviera. Negué y termine de untar mi huevo en el pan.
En el centro comercial buscaba la tienda, la camiseta manga larga del trabajo era algo calurosa y ya sentía mis mejillas rojas. Sí, definitivamente tuve que tomarme el cabello.
Entré y la jefa Maricell me recibió. Estaría en caja y mi compañera Fer era una cariñosa chica que comenzó a enseñarme todo: Protocolos, convenios, los pagos con las tarjetas y sonreí.
-¿Estudias algo?-habló, miré sus ojos azules (¿Por qué señor?)
-Hotelería y... ¿Tú?-me senté en las sillas altas que tenían ahí.
-Arquitectura-sonrió, noté la separación de sus dientes, con su pelo rosa le daba un estilo muy tierno-Así que, Diana...¿Cuántos años tienes?
-21-un mareo, mierda- ¿Qué hay de ti? ¿Cuántos tienes?
-26, estas un poco pálida, ¿Te sientes bien?-asentí.
-Tranquila, creo que moví muy rápido la cabeza
-Me pasa y es ¡Horrible!-sonreí, vio la hora de su teléfono- Oh, ya son las dos y media, ve a almorzar muchacha
-Voy-sonreí
Caminaba por el centro comercial, en el quinto piso estaba el patio de comidas pero apenas sentí el olor a las frituras me dieron náuseas. Decidí bajar de inmediato. Quince minutos pasaron para encontrar en el primer piso una cafetería pequeña escondida entre las grandes cadenas.
Entré y el olor a pan recién horneado se me hizo muy agradable. Miré para la vitrina que estaba llena de pasteles, galletas y sándwiches.
Me decidí por un sándwich de jamón queso y un jugo de mango con maracuyá. No tenía tanto apetito pero por mi bebé comería algo.
Me senté y miré mi celular, tenía numerosos mensajes de Sean y Mad. Pero realmente estaba molesta, no podía creer que me lo habían escondido.
Por ahora no quería hablar con ellos, no me daba el corazón.
-¿Diana?- dijo una voz que resultaba familiar a mis espaldas.
-¿Rick?
-¿Cómo estás? No nos vemos hace mucho- dijo mientras me abrazaba.
La última vez que vi a Rick fue cuando terminé con él, ahora que lo pensaba había sido una idiota con él, ni si quiera me quedé a escuchar sus respuestas, ni que me gritara (como tenía merecido), él, después de todo, había sido una gran persona y yo lo había ilusionado.
-Bien- mentí- ¿y tú?
-Bien, tengo un hijo- dijo con un brillo en los ojos, lo que me sorprendió.
-¿De verdad? Vaya, de verdad no nos vemos hace tiempo-asintió.
-Sí... oye, ¿qué tal si yo invito lo que ibas a comprar? Así nos sentamos a conversar-
-Está bien- Rick pagó por mi desayuno y se compró un café más una media luna para él.
-Sabes... Debo ser honesto, sé que no estás bien, eres como una celebridad ahora, es imposible no saberlo- rodé los ojos, claro, había olvidado que mi vida privada era entretenimiento seguro para los medios.
-Cierto, bueno, entonces sabrás ya que me engañaron- admití derrotada.
-Ahora, te pregunto de nuevo, ¿cómo estás?
-No muy bien, yo creía que él jamás sería capaz de hacer algo así, pasamos tanto tiempo juntos y al final resultó ser como todos los hombres
-¡Hey! No todos los hombres, yo nunca te engañé, de ser así tú me engañaste a mí
-Tienes razón-dije entre risas- Lo siento por eso, nunca te di la oportunidad te preguntarme o de responder si quiera, supongo que es el karma
-Tal vez, y no te preocupes, de no terminar conmigo no tendría a mi hermoso Chris
-Hice algo bien, entonces, ¿cuántos años tiene?
-Un año y medio- sacó su celular para mostrarme una foto de él, tenía heterocromía, un ojo de color miel y el otro de color verde.
-Es hermoso, se parece mucho a ti, excepto por los ojos-
-Ya sé, los sacó a su madre
-¿Qué es de ella?
-Es una excelente madre, pero ya no estamos juntos, de antes que supiera del embarazo no estábamos juntos, lo intentamos un tiempo por Chris, pero simplemente no funcionó- asentí y mi mirada se desvió al reloj de pared que estaba detrás de él.
-¡Mierda! Llego tarde al trabajo, se supone que este era mi descanso- dije para luego pararme y recoger mis cosas con apuro.
-¿Dónde trabajas? Yo te llevo
-No, no, trabajo aquí en este mall
-Bueno, entonces me gustaría que siguiéramos en contacto
-Claro, dame tu celular- me lo entregó y anoté mi número en su lista de contactos- Me encantaría seguir conversando, pero de verdad voy tarde
-No te preocupes- besó mi mejilla- será en otra ocasión
Nos despedimos y corrí hasta las escaleras mecánicas para llegar a tiempo cuando empezó a sonar mi celular.
-¿Aló?
-Sólo confirmaba- dijo Rick al otro lado de la línea, por segunda vez en el día sonreí genuinamente.
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.Tengo otro fic de este bebé llamado Finally Free para que vayan a leer ❤
Capítulo editado y co-creado por SmileWithHoran❤
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