12.Bebé

3.2K 156 49
                                    

Diana.

Después del beso no dijimos nada, ambos nos sumimos en un silencio que pareció eterno, pero no incómodo. Él me abrazó y todo rastro de felicidad se fue al tacho de la basura cuando un fuerte dolor en mi vientre apareció. Mi mano instintivamente apretó mi barriga y un quejido se me escapó.

Las mariposas de adolescente que hace unos segundos invadía mi estómago habían desaparecido, dejando un dolor agudo e intolerable que me hizo encorvar mi espalda. El episodio de mi antiguo embarazado golpeó mi mente como un torbellino llenándome de flashbacks que había bloqueado instintivamente por mi protección. Recordé a brillito y la semejanza en estos dos episodios me instó a que mirara a Niall con temor y dolor.

-¿Qué pasa, Didi?- abrí mi boca con la intención de hablar y decirle "no lo sé" (aunque sí lo sabía), sin embargo no pude encontrar mi voz y para aumentar mi   shock un líquido comenzó a caer desde lo alto de mis piernas hasta el suelo ensuciando las sandalias que utilizaba por mis pies hinchados. Horan siguió mi mirada y al mismo tiempo notamos la escena.

-Mierda, iré por el auto

Me apoyé en el mesón donde anteriormente habíamos cenado, las lágrimas no tardaron en escapar y los recuerdos que tenía olvidados se agazaparon unos contra otros provocando que cada lágrima saliese con un sollozo más sibilante que el anterior.

En menos de cinco minutos estaba en el auto aún sin poder encontrar un sonido que no fuese de llanto. Intentaba concentrarme en la voz de él que me decía con voz acelerada que me calmase (aunque en realidad lo decía para si mismo), que todo estaría bien sin importar qué (todavía tratando de convencerse a si mismo). Hasta que en algún punto la voz de Niall cesó y no continuó hasta que nos detuvimos fuera de la clínica, me cargó como hace unas semanas yo esperaba me cargase en nuestra luna de miel y corrió suplicando a gritos desesperados que me ayudasen.

Como parte de una película personas vestidas de blanco y con el pelo sujeto acudieron a mi socorro, trayendo la silla de ruedas para luego colocarme en una camilla dentro. Un hombre conocido en bata blanca corrió a mi lado asegurándome que todo estaría bien. De forma vertiginosa todos corrían como pequeñas manchas a mi lado, algunos lo hacían por mí, otros no, unos lo hacían en la dirección opuesta y otros gritaban que necesitaban un quirófano, en un lugar recóndito mi mente se preguntó si era para mí, pero antes de que pudiese intentar formular la pregunta las fuertes luces de los focos de la nueva habitación hicieron doler mi vista sirviendo de distracción para el pinchazo que después hizo que mi cuerpo se durmiera.

Tic, tic, tic; ese sonido, era esa máquina que ve tus pulsaciones, ¿era yo realmente?, ¿o era una pesadilla que había vuelto al hospital? Quería moverme, pero todo el cuerpo me dolía y cuando reticente a las pulsaciones lo intenté no pude. Escuchaba voces a la lejanía que estaban fuera de mi periferia, al cabo de unos minutos escuchándolas supe que eran más de dos personas, aunque no lograba identificarlas.

Me sentía distinta, algo en mi cuerpo lo sabía. Unas lágrimas lograron derramarse, y obligué a mi mano derecha a salir del entumecimiento, que primero cayó tendida tocando los dedos de alguien que no podía ver, supuse que era Niall.

Nuevamente mi distracción y entretenimiento se basó en tratar de descifrar qué decían las voces y quiénes eran, pero el cansancio me invadió una vez más, otra vez todo había desaparecido.

Sed, mi boca rogaba por un poco de agua. Abrí los ojos y descubrí que mi sueño de que estaba en el desierto del Sahara secándome era completamente falso, sorprendiéndome con una realidad mucho peor.

La luz me encegueció al instante, después de pestañear varias veces mi cuerpo por inercia se sentó.

Mis manos restregaban mis ojos y se escuchó un quejido que más tarde descubrí era de mí. Con la vista más extendida miré bien a mi lado y ahí estaba Horan; dormido con una barba de varios días y ojeras. Muy pálido.

Secret Love II «Niall Horan» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora