•Capítulo 1•
Estaba en el aeropuerto sentada en una de mis maletas girando alrededor de las demás esperando a que mis padres llegaran por mi, tengo 22 y aun mis padres vienen por mi, eso me gano por no tener un auto, saqué de mi bolso mi libreta de recordatorios, creé una nueva lista, ''cosas que hacer de regreso a Londres'', agregué ir a una agencia comprar una camioneta.
-Señorita deje de estar jugando en el aeropuerto- una voz grave me asustó e hizo que aventara mi libreta, se empezaron a reír.
-Papá- grité y corrí a abrazarlo, el me recibió en sus brazos.
-para mi no hay abrazos-mi madre abrió sus brazos, estaba algo descuidada, el infarto marcó la vida de todos, yo la abracé muy fuerte y ella igual, aferrándose a mi, mi padre se unió a nuestro abrazo.
-bueno mis mujeres vamos a casa-el chofer tomó mis cosas y las llevó al auto.
-cuéntame hija cómo te fue, no decías mucho en tus llamadas ni correos-dijo mi mamá.
-¿Qué te puedo contar?-dije cansada.
-¿Hiciste amigos? ¿Cómo eran tus maestros? ¿La escuela? ¿Cómo te trató tu tía Muriel? ¿Comías?- mi papá y yo nos empezamos a reír.
-mamá claro que comía, la tía Muriel está un poco loca pero es una amor de persona, la escuela es realmente hermosa y los profesores muy buenos, es cómo si viajaras por el tiempo y Miguel Ángel, Tiziano, Da Vinci o Rafael te dieran clases, me encantó, se me dificultó el idioma un poco pero después aprendí muy fácil y me gusta mucho y si ma si hice muchos amigos, creo que no hubiera sobrevivido sin mis amigos.
-¿Cómo son?-siguió preguntando.
-Son muy buenas personas, los mejores amigos que tuve fue Zoe Gounelle, es una amante de la ecología, tal vez no te caiga muy bien, tiene los pelos rosas, es de Francia pero sus padres son de Sudáfrica, ella solicitó la beca incorrecta, quería quedarse en Francia, pero terminó en Italia...
-¿Por qué dices que no me va a caer bien?
-por su cabello rosado, sus tatuajes, sus aretes y como ama a la naturaleza.
-tonterías-yo me reí por su expresión, ella siempres una señora de sociedad-de ahora en adelante tus amigos serán los míos-mi papá la vio sin creerlo y se empezó a reír- ¿Qué? no tiene nada de malo-mi papá se rió más fuerte.
-no, claro que no-mi madre hizo un movimiento con su cabeza para que continuara- el otro se llama Stefano Moccia, él es más grande, moreno, alto, fornido, trabaja en un viñedo, ojos como grises, me ayudó mucho con el idioma y es escultor.
-a de ser muy guapo.
-si lo es-me quedé pensando en mis amigos como Zoe se pegó a mis piernas en el aeropuerto para que no me fuera, gritando en francés que no lo hiciera.
-¿Tienes algo que ver con Stefano?-preguntó mi madre, como siempre desde bebé queriendo ejaretarme un hombre.
-no mamá, es mi mejor amigo-le sonreí.
-¿pero tuviste un novio?-papá solo se rió.
-¡Mamá!
-hija solo me preocupo por ti.
-digamos que dejé varios suspiros por Europa.
-Esa es mi hija- mi papá me abrazó y me dio un beso en mi frente.
-Tom no la festejes, ________ se debe de buscar un marido que la proteja.
-está muy chica para eso-me defendió mi papá- deja que conozca.