Llego al punto
en el que me desprendo
totalmente de mí misma.
Y me quedo así,
reducida a una simple,
pequeña e inaudible
vocecita en mi cabeza.
Supongo que no soy nadie,
ni siquiera puedo controlar
mi propia mente.
-"Solo pensá en lo que quieras hacer, y hacelo. -"
Solías decirme,
como si fuera tan fácil, no?
Pero mal por vos,
hace tiempo dejé de relacionar
el pensar-actuar.
Estoy, digamos
atrapada,
envuelta,
perdida,
en mí misma.
Solo soy una conciencia,
de lo que un día fui
y me pregunto
¿Habitará alguien más ahí?
A veces pienso
que creé a otra persona
dentro mío, y ojalá
fuera capaz de tomar control
pero mis pensamientos vuelan
vuelan libres,
ya no me pertenecen.
Es tan extraño
llevar una vida "normal"
y que se esté desatando
una guerra en tu mente.
No sé si se nota,
pero estoy fuera de la realidad.
Porque mi realidad es mi interior,
y me aferro a eso,
aunque sé que jamás
volverá a ser mía.
¿Y qué más da?
Todo está vacío,
y ya ni vos podés llenarme.
Supongo que estoy loca.
Siempre me sentí
un bicho raro,
pero preferí este infierno
a no conocerlo.
Nunca llegué a entender
como los demás vivían
tan ajenos a sus ideas.
Y así,
intentando encontrarme,
me perdí.
Perdóname,
por hacer que me pierdas.
Pero pensá que hacía mucho,
mucho tiempo,
que no nos teníamos.
Ni yo a vos, ni vos a mí.
De alguna manera no voy a morir,
llevo muerta demasiados años.
Hasta siempre.
Te quiero.
