Desde lo inevitable
asumo la tragedia
e inauguro cada principio
desde la premisa
de que tiene final
Si las proposiciones
son las mismas
la conclusión es entonces
inalterable
así funciona la lógica
y así,
elijo funcionar
Forzando condiciones
que me dejan parada
insistentemente
en el mismo lugar
que no quiero
pero ya conozco
Prefiero reducir el espacio
físico,
desnudándonos
para no dejar huecos libres
que llenes vos de palabras,
capaces de hacerme dudar.
No me cuentes qué pensás del mundo,
no me dejes ver que hay algo
que ves en mí
no,
tocame
pero no me mires, por favor.
Prefiero el vacío
de un cuerpo pegado al otro
al riesgo de volver al silogismo
que atraviesa y ordena mi vida
en un error de razonamiento
que destrone al miedo
y enaltezca la duda;
podría esta vez ser distinto yo sé,
pero no.
Me golpeo a mí misma y me duele,
me golpeo a mí misma porque duele,
me golpeo a mí misma porque necesito
despertarme,
pero más necesito que duela.
Saboreo tristemente porque nunca nadie
es,
o va a ser para mí lo que me salve.
Asumo la tragedia
de ser sola y estar sola
siempre y en búsqueda
de algo que no quiero
Inauguro cada principio,
cada encuentro,
con miedo sí, pero no con duda
porque tengo la certeza
la premisa irreversible
de que pase lo que pase
y que pase como pase
esta historia
terminará.
