Comenzaba a hacer rabietas y eso no me gustaba, se estaba haciendo muy caprichosa y había dejado de consentirla tanto, para que aprendiera que no tendría todo lo que quisiera, llegué a mi habitación y entré al baño, la senté en la tina vacía y se quedó gritando, oí como tomó un boté de burbujas y lo tiró.La ignoré y salí a buscar ropa limpia para ella. Cuando regresé solo estaba sollozando mientras trataba de abrir el mismo bote de burbujas, entré a la tina con ella y abrí la llave, la desvestí y me dediqué a bañarla. Siempre era asi, luego le di el pequeño oso de plástico y se quedó jugando con el mientras la bañaba.
Al final la vestí y salí de la tina con ella. Yo estaba completamente mojada, me enrollé en una toalla y salí del baño. La acosté en la cama y le di su chupete, se tiró de espaldas en la cama y solo se quedó observando a su alrededor mientras poco a poco cerraba sus ojitos. Después de bañarse en la piscina, hacer una rabieta y llorar en la tina había terminado cansada.
Me bañé y me puse un pants negro holgado y una camiseta pegada de los Muppets. Amarré mi cabello en un moño y luego me coloqué polvo compacto. Me miré en el espejo. Luego de meses de hacer una dieta leve y ejercicio en el Mini Gimnasio, había logrado mi figura normal y gracias a Dai unas curvas que nunca imaginé, sonreí y miré a la pequeña profundamente dormida en la cama, le coloqué una manta delgada sobre ella y luego tomé los dos biberones sucios y salí lentamente de ahí con el Monitor de Sonido trabado en la parte trasera de mi Pants.
Llegué a la cocina y no había nadie. Lavé los biberones y los puse en el estante especial para ellos, había al menos unos veinte biberones ahí. Abri la nevera y saqué un Yogurt. Suspiré y salí de ahí. Me dirigí a la gran biblioteca y saqué mi cámara fotográfica de una cajón junto con todos los libros sobre lo mismo.
Me senté en el suelo con el Monitor a mi lado. Cuando Dai dormía era el único momento en que podía concentrarme en lo que me atraía muchísimo.
Comenzé a leer un libro mientras tomaba mi Yorgurt. Minutos después escuché como se abría la puerta, miré y me asusté al ver que era Justin. Lo ignoré totalmente y traté de concentrarme en el libro. El llegó y se sentó frente a mi, solo llevaba puesto unos pans como los mios pero de hombre y una camiseta gris.
- ¿Deseas algo? -lo miré.
- Hablar,¿Podemos?
- ¿Para que? No tengo ganas de hablar, si ves, estoy leyendo...Asi que...
- Por favor, solo quiero hablar contigo.
- Tienes tres minutos. -dije viendo el reloj de la pared.
- Es que...No se como empezar.
- Solo hazlo, habla y no te diré nada.
- Quiero volver a empezar. ¿Entiendes?
- No.
- Quiero...Quiero ganarme tu confianza de nuevo, ¿Si? Quiero que seamos amigos.
- Amigos, ¿O algo más?
- No me importa, solo quiero recuperar tu confianza y amistad.
- ¿Por qué? Ósea, ¿Por qué vienes a pedir algo asi hasta ahora?
- ¡Porque si!
- No...No Justin, olvídalo...¿Crees que solo vendrás pedirás eso y yo me lanzaré a tus brazos queriendo sexo?
- No quiero eso.
- No me mientas, claro que lo quieres.
-_______.
- Púdrete Justin -me levanté y metí los libros en el cajón mientras que mi cámara la colgué en mi cuello- No podrás hacer eso cuando quieres.
- Solo quiero que seamos amigos.
- Y luego querrás que vuelvas a ser la misma ***** de antes.
- ¡Claro que no!...______, por favor.
- Rebúscate pero lograr hablar tranquilamente conmigo... Luego, veremos que pasa.
Le sonreí irónicamente y salí de ahí escuchando el Monitor de Sonido y los pequeños quejidos de Dai en el.
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______, ella no sabia que Justin había sido sincero en todo eso. El la quería, la amaba y lo sabia muy bien, pero los errores que había cometido, le impedían decirlo. Todo lo que el le había hecho, había provocado que ______ no quisiera ni verlo.
Intentaría ser su amigo y luego, enamorarla para poder ser feliz con ella. El sabia perfectamente que ella era la mujer de su vida. Ninguna otra, solo ella.
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Sweet Love & Hate Justin&Tu (Adapt.)
FanficSinopsis.. ______ Whiteley, es una típica chica de diesciseis años que vive en Wilmington, Carolina del Norte. Una chica dulce y timida. Con pocos amigos pero un gran corazón humilde. Vive con su hermano, Robert, de veintinueve años. Un gran empresa...