Sweet Love & Hate Justin&Tu (Adapt.)

Capitulo 38.

Varias Horas Después.

Entramos a la casa en complete silencio. ______ llevaba puesto mi saco, me miró y luego se quedó observando su alrededor. Comenzó a caminar, la seguí y llegó a la sala, pero cuando noté que iba camino a su habitación, corrí y la tomé de la cintura.

- ¡No! ¡Justin suéltame!

- ______, necesitamos hablar.

- ¡No quiero hablar! No quiero volver a hablar sobre lo que pasó. -gritó-

- Me vale MiEr*Da lo que digas, hablaremos y punto.

La cargué como un saco de papas y caminé con ella asi, mientras golpeaba mi espalda y me gritaba maldiciendo. Subí las escaleras y llegué a mi habitación, cerré la puerta con llave y segundos después la deposité en la cama lentamente mientras ella se alejaba de mi. Se acomodó en un extremo de la cama y miró a cualquier lugar que no fuera yo.

Quité mis zapatos y corbata. Me subí a la cama y me senté al lado de ella. Me miró y suspiró. La abrazé y ella no dudó en hacerlo, me quedé unos minutos asi y me preocupé cuando escuché los sollozos que se le escapaban. Tomé su rostro y la miré a los ojos.

- ¿Por qué te pones asi? En la Estación de Policia estabas muy nerviosa también.

- Es que... -lloró con más intensidad- Estaba asustada.

- Pero estabas conmigo, nada podía pasarte.

- Justin...

- ¿Te ha sucedido algo?...Bueno, no creo que hayan abusado de ti. ¿No?

- Claro que no.

- ¿Entonces?

La miré y ella volvió a abrazarme, me empujó dejándome acostado, se quitó los tacones y los dejo en el suelo. Luego se recostó sobre mi pecho y comenzó a jugar con los botones de mi camisa mientras seguía sollozando. Me dediqué a acariciar su cabello mientras le daba su tiempo.

- Cuando estaba pequeña. Tenia cinco años...

- Ajá -susurré-

- Era pequeña. Y mi padre comenzó a llevarme a cenas, subastas y ese tipo de actos elegantes. Mi madre no estaba, había muerto cuando nací.

- Oh Dios, cuanto lo siento.

- Si... Las personas me veían como la pequeña Daiara Whiteley. Me decían que era idéntica a mi madre y mi padre estaba orgulloso por eso. Me vestían muy elegante, lindos vestidos y zapatillas con un diminuto tacón que me hacían sentir alguien grande.

Río nerviosamente e inclinó su cabeza para mirarme.

- Una vez, la segunda vez que asistía a una Cena, mi niñera me llevó al baño. Ella me dejó entrar sola y cuando salí no estaba. La busqué pero solo encontré a un chico. No puedo decirte que edad debía tener, porque era una pequeña. El me sonreía mientras me distraía y al final me llevó hasta la que decía el una habitación de Princesas, la cual era el cuarto de limpieza.

- ¿Y?

- Ya sabes, intento...Sobrepasarse conmigo pero solo me tocó y todo, grité y escucharon. Lo atraparon mi padre puso demanda contra el, pero desde ese dia, las personas me señalaban con el dedo y algunas veces los niños y niñas me humillaban por eso.

- Oh cariño -besé su frente.

- Cuando cumplí diez, me impuse y le dije a mi padre que no volvería a ir a algún lugar de esos. Robert nunca me obligó a ir tampoco, y ahora...La primera vez en siete años, me suecede lo mismo. Es tan... Horrible Justin.

Me abrazó más fuerte y comenzó a llorar de nuevo. Suspiré y acariciaba su espalda mientras le daba palabras alentadoras. Ella se acomodó y colocó una piernas sobre mi cintura. Acomodó su cabeza entre mi brazo y mi pecho.

Me quedé contemplándola mientras sollozaba y quedaba dormida lentamente. Cuando al fin lo hizo, miré la hora y eran las dos de la madrugada, traté de levantarse pero se acomodó más quedando casi encima mio. Suspiré y me quedé asi. Estiré mi brazo y apagué las luces, luego la abrazé y cerré mis ojos quedando profundamente dormido con ella entre mis brazos.