Sweet Love & Hate Justin&Tu (Adapt.)

Capitulo 55

Capitulo Final.

- ¡Ya voy! -Grité furiosa al oír la voz de Justin fuera del baño.

- Apresúrate, llevas quince minutos ahí.

- ¡Es peor que me tarde dos horas!. Imbécil.

- Lo escuché.

Bufé y me miré al espejo rápidamente. Me puse rápidamente unas sandalias playeras grises y abrí la puerta del baño, Justin estaba acostado en la cama y lanzaba a Dai en el aire la cual solo reia como si no existiera el mañana.

Se detuvo y se sentó con la pequeña en brazos, luego me vió y sonrió. Se puso de pie y caminó a hasta mi tomando mi cintura, pegándome a el y besándome. Reí cuando Dai comenzó a inquietarse, la miré y acaricié sus redondas mejillas. Tomé mi bolso y lo colgué en mi hombro, luego salimos de la habitación y bajamos las grandes escaleras.

Justin bajó a Dai la cual corrió automáticamente a Rain y esta la cargó, me acerqué a la pequeña y besé sonoramente su frente.

- Rain, pide a Dios porque Justin no me secuestre.

- Oh ______ -rió- Lo haré, esta pequeña se pone inquieta si no te ve.

- Trataré de hacer lo posible -reí.

- Ok, dejen de hablar, ustedes son tan malas.

- Si claro Justin, pero sabes que es cierto.

- Si, ajá -rió.

Nos despedimos de ella y luego salimos de la casa. Caminaba delante de el, me giré y el se detuvo inmediatamente, lo abrazé y besé su mejilla, sonrió y besó mis labios. Suspiré y llegamos a su auto nuevo y de ultimo modelo, había insistido en comprarlo que hasta lo decía dormido.
Comenzó a manejar por las calles de toda la Residencia Privada, hasta que salimos a las calles de Nueva York, me dediqué a observar todo mientras el iba en silencio manejando, el clima no estaba nada mal, era cálido y fresco a la vez, perfecto. Manejó hasta el gran edificio donde estaba su apartamento. Estacionó su auto en el parqueo subterráneo y el bajó rápido para ayudarme a bajar.

Reí y segundos después estábamos en el gran elevador.

Cuando llegamos a su piso y a la puerta de su apartamento, pasó un brazo alrededor de mi cintura y luego entramos. Sonreí al ver todo muy ordenado y con un olor a aromatizante de rosas. Cerré los ojos ante la sensación, tomó mi mano y me llevó a la gran cocina, lo abrazé inmediatamente al ver el comedor preparado de manera muy hermosa y romántica.

- Oh, Justin, esto es hermoso. -lo besé.

- Lo mejor solo para ti -besó rápidamente mi mejilla.

- Gracias. Te Amo, te amo, te amo -dije besándolo después de cada frase.

- Yo más, muchísimo diría yo. Hasta el infinito. Mucho más lejos.

- ¿De cuando a acá eres romantico? -tomé el cuello de su camisa y lo miré a los ojos.

- Desde que me di cuenta de que eras completamente hermosa y la mujer a la que amo.

- Oh, ¿Enserio? -reí.

- Totalmente. Pero ahora, cenemos, ya sabes... Hay cosas que hacer -susurró y me besó.