Zek
La situación era bastante fácil, ya había estado en una exactamente igual incontables veces, y nunca me temblaba la mano cuando apuntaba con mi precioso revolver a la cabeza de un completo desconocido, así que tampoco me iba a temblar el pulso por apuntar a un chico que había intentado allanar mi casa.
—La próxima vez que vuelvas por aquí... —Habló AJ en un intento de parecer el "chico malo", algo que me causó gracia, pero no era el momento de reír.
—No habrá una próxima vez. —Le interrumpí sin dejar de mirar al que teníamos arrodillado enfrente de nosotros.
—¿Qué? —Ese chico sabía lo que significaban mis palabras, su cara adoptó una expresión de pánico y terror puro. A la muerte le importaba una mierda si eras joven o no, la muerte no tenía piedad, y eso debía saberlo. —No, no porfavor. —Suplicaba, pero lo que él no sabía, es que yo era la propia muerte. —¡Juro que-! —Apenas pudo pronunciar su tercera palabra, ya había apretado el gatillo.
—No jures en vano. —Declaré con un ápice de repudio hacia el cuerpo inerte. Y es que no me gustaba que hicieran promesas o juramentos que no podrían cumplir, y este chaval no lo haría porque iba a morir, y estando muerto, no se puede hacer nada.
Miré el cadaver de aquel desconocido. Era bastante joven, puede que de mi edad, puede que un par de años menor, su pelo castaño estaba siendo manchado por su propia sangre que caía sobre su cara iluminada por la luz de la luna. Sus ojos seguían abiertos, unos ojos verdes sin vida. Tirado en medio del jardín de mi casa. Limpié mi pistola antes de entrar a la casa.
—¡Zek! —Gritó AJ, parecía como si estuviera a punto de regañarme. —¡¿Pero qué cojones?! —Escuché sus pasos agigantados hacia mí antes empujarme por la espalda.
AJ nunca había visto trabajar a su amigo, era nuevo en su mundo porque Zek siempre le había mantenido alejado. Pero una vez alcanzado la mayoría de edad, AJ podía hacer lo que se le saliera de los huevos, y Zek, no se lo iba a impedir. Ver su primer asesinato le produjo en su mente una batalla de sensaciones, no sabía si sentirse mal por aquel chico o dar la bienvenida a toda aquella adrenalina que había experimentado. Su curiosidad llegó hasta tal punto de imaginarse a él mismo haciendo lo que su amigo acababa de hacer. Pero por el momento, su lado piadoso e inocente ganaba, y no soportaba la idea de que Zek matara gente como si de aplastar hormigas se tratara.
El empujón que me había propiciado AJ no me lo esperaba para nada, así que con un movimiento involuntario, volví a sacar el revolver y le apunté. AJ me miró sorprendido y alzó sus brazos mostrándose débil ante la situación, con miedo.
Vale, eso me había molestado, y mucho. Hice una mueca de desagrado y bajé el arma.
—Sabes que nunca te dispararía. —Y por primera vez después de apuntar a alguien, me sentí mal. Pero no por haber apuntado a mi mejor amigo, sino porque había visto el miedo en sus grandes ojos grises, ¿de verdad pensaba que iba a apretar el gatillo? ¿A caso no confiaba en mí? —Encárgate del cuerpo, yo me voy a sobar. —Dije algo decaído mientras miraba al suelo y me frotaba la nuca.
AJ no contestó nada, aun así sabía que lo haría, siempre hacía lo que le ordenaba, pero ¿iba a poder deshacerse de un cuerpo?
Estaba apunto de echarme a la cama cuando los gritos de AJ me interrumpieron. Soltando un suspiro de cansancio, salí al balcón de mi cuarto.
—¿Qué coño pasa ahora, AJ? —Dije con evidente molestia.
—Zek, tienes que ver esto. —Me enseñó preocupado lo que parecía una cartera.
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Pull The Trigger [+18]
Action"Aprieta el Gatillo" Los Káiser eran gente peligrosa, intocable. Apenas se hacían ver, pero cuando lo hacían, era para imponer respeto. Y es que el respeto para ellos era lo más importante que había en la vida, se podía decir que era su lema. En ot...