Zek
Ahora que la veía bien de cerca, esa chica era tremendamente guapa, sus largas pestañas descansaban sobre sus pómulos, su respiración acompasada hacía que su pecho subiera y bajara con tranquilidad. Sus cabellos rojos y rizados caían sobre sus hombros. Preciosa. Era increíble cómo una chica que tenía una apariencia angelical, me había amenazado de llevarme al mismísimo infierno. Está claro que las apariencias engañan, y esta pequeña Káiser me lo había demostrado.
Herson Káiser estaría buscando a su única hija que le quedaba sobre la faz de la Tierra; nunca la encontraría. Ni a ella, ni a Voyd.
—¿Qué vamos a hacer con ellos? —Preguntó AJ mirando a Voyd.
—Los retendremos aquí hasta que se les pase la estupidez de querer matarnos. —Me apoyé en la pared con los brazos cruzados mientras veía cómo AJ vendaba el hombro del Voyd que había empezado a sangrar.
AJ estaba teniendo nuevas sensaciones, nunca había estado tan cerca de alguien, el único al que conocía de verdad era a Zek. Así que estar tan cerca de Voyd, despertaba en él un interés un tanto peculiar.
Aunque tuviera que estar atento a su herida, AJ no podía evitar mirar las facciones tan perfectas que parecía tener Voyd. Una cara larga y fina, con algunas pecas en el puente de la nariz, algo a lo que a AJ pareció gustarle. Sus labios finos y bien delineados, una mandíbula prominente. Sus pestañas rubias, al igual que sus cejas y su pelo despeinado hacia atrás. Fue curioso saber que le atraía. Recordó sus ojos azules, tan azules como un mar cristalino. Parapdeó un par de veces alejando esos pensamientos de su mente y terminó de vendar su hombro.Observé con curiosidad a AJ, la delicadeza y la paciencia con la que vendaba el brazo a Voyd, me hizo pensar.
–AJ, ven. —Le hice una seña para que me siguiera y subimos a la primera planta.
Habíamos llevado a la pequeña Káiser y a Voyd a una casa que compré hace mucho tiempo, alejada de la ciudad y bien escondida en el bosque, no era tan grandiosa como en la que estábamos viviendo, pero nos las podíamos apañar.
Una vez en la sala, le hice sentarse y yo me quedé de pie.
—He visto como le vendabas. —Rápidamente apartó su mirada y yo entrecerré mis ojos. —Mírame. Te voy a hacer una pregunta importante. —Alzó su vista lentamente. Dejé unos segundos de silencio para pensar cómo formular la pregunta. —¿A ti te gusta...? —Esto era muy difícil. —¿A ti te gusta la medicina? —Solté de sopetón. Pareció sorprenderse.
—¿Qué? —Frunció el ceño.
—He visto la paciencia con la que le curabas y hacías todo eso. Parecía que te gustaba. ¿Quieres estudiar medicina, o enfermería? Algo relacionado con la salud. —Si él quería algo, no tenía más que hacer que abrir la boca, yo se lo consentiría en un segundo.
—No... No, estoy bien así. —Funcí los labios haciendo una mueca.
—Oye, escucha. Yo no tuve estudios, no tenía dinero para pagarmelos. Pero ahora sí, y tú eres joven, puedes emprender una carrera universitaria. Quiero que tengas un buen futuro porque yo no voy a estar aquí siempre. Hay muchas probabilidades de que muera antes de acabar el año, AJ.
—Lo pensaré. —Me sonrió. Eso me bastaba.
—Bien, ahora vamos a ver a esos dos capullos de allí abajo.
Me encaminé hacia las escaleras, escuchaba las voces de Allyson y de Voyd, parecía que estaban discutiendo. Cuando nos escucharon, se callaron y nos miraron. Los ojos verdes de la pequeña Káiser parecían atravesarme con odio. Voyd por el contrario, miraba a AJ serio.
—¿Estás bien? —Preguntó mi amigo acercándose a Voyd.
—Sí, y no gracias a ti. —Su voz salió fría.
—De hecho... Sí, gracias a él tienes el hombro vendado y tiritas en la sien. Así que más te vale darle las gracias porque si hubiera sido por mí, habría dejado que te desangraras. —Le dejé en claro, no quería que menospreciaran a AJ. Silencio. —¿Qué se dices? —Alcé ambas cejas...
—Gracias... —Murmuró.
—¿Cómo has dicho? —Inquirí poniéndome la mano detrás de la oreja.
AJ me miró con una cara de "basta", pero no, no bastaba.
—¿Qué vas a hacernos? ¿Matarnos? —Interrumpió Allyson antes de que Voyd dijera nada.
—No, gracias. No quiero tener a la puta mafia Káiser detrás de mí. Os soltaré en cuanto se os vaya de la cabeza esa estúpida idea de matarnos.
No dijeron nada, no porque no quisieran, sino porque no pudieron. El estruendo de la puerta de la entrada siendo derribada nos descolocó por completo. Miré a Allyson quien tenía una gran sonrisa. Oh no.
—Prepárate para morir hijo de puta. —Tensé la mandíbula y miré a AJ.
Era imposible que Herson Káiser viniera a por nosotros. Bueno, más bien, venía a por su hija y a nosotros, nos mataría. No había pasado ni un día. A no ser... De que la pequeña Káiser tuviera algún estúpido chip.
Por las escaleras bajó un hombre de apariencia asiática, llevaba su pelo largo y engominado sujeto en una coleta. Su piel ligeramente amarillenta brillaba a causa del sudor. Vestía con un traje negro, parecía un maldito mafioso.
—Ese no es ninguno de los hombres de padre. —Bastó que la pequeña Káiser dijera eso para que el hombre sacara dos pistolas y nos apuntara a mí y a ella.
¿Qué estaba pasando aquí? ¿Teníamos un enemigo en común y ni siquiera lo sabíamos?
El chico empezó a hablar en otro idioma, claramente no entendía una mierda.
—Ha dicho algo de matar. —Me susurró AJ.
Giré bruscamente la cabeza con una cara de sorpresa y confusión.
—¿Tú como sabes eso? —Se encogió de hombros.
Ahora lo importante no era cómo es que había descifrado la palabra "matar", lo que importaba era que debíamos escapar.
Allyson y Voyd seguían atados, no podía dejarles así, seré un cabrón, pero no tanto. Les desaté bajo la atenta mirada del que iba armado y salí corriendo de ahí junto a AJ. No pensaba ayudarles, aquí tonto el último.
Ayudé a AJ a salir por la ventana del sótano, después iría yo. Todo esto era demasiado sospechoso, el hombre trajeado estaba estático mientras veía cómo AJ salía.
Allyson me tocó el hombro y la miré, estaba demasiado seria.
—¿Tú eres tonto? —Alzó ambas cejas como si todo esto fuera obvio. Entonces lo entendí.
Aquel hombre no decía ni hacía nada porque tenía todo el perímetro rodeado de sus hombres, si alguien salía, no tardaría mucho en ser capturado. Miré por la ventana, AJ ya no estaba. Como le hicieran algo esos hijos de puta...
—¿Qué queréis? —Grité.
El hombre trajeado se dio la vuelta y subió las escaleras dejándonos a los tres encerrados. La ventana por la que AJ se había escapado, se abrió y alguien lanzó una bomba de gas. Mierda.
—Todo esto es por tu culpa. —Gritaba la pequeña Káiser mientras el humo se expandía por toda la habitación haciendo que tosieramos. —¡Tú nos has metido en esto, y tú nos sacarás de esto! —Sentenció antes de tambalearse y caer en los brazos de Voyd.
Yo no había metido a nadie en nada, solo me encargaría de sacar a AJ y a mí de esta.
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Pull The Trigger [+18]
Action"Aprieta el Gatillo" Los Káiser eran gente peligrosa, intocable. Apenas se hacían ver, pero cuando lo hacían, era para imponer respeto. Y es que el respeto para ellos era lo más importante que había en la vida, se podía decir que era su lema. En ot...