《 En efecto, señores 》

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Allyson

Corríamos sin parar, el calor que emanaba aquella casa en llamas, seguía vigente en nuestras espaldas. ¿Qué había sucedido?

Lo último que recordaba era a Zek entrando asustado en la habitación en donde estábamos, pegó un par de gritos y tiró de AJ para salir de ahí. Voyd y yo no nos íbamos a quedar atrás, no después de que gritara que había una bomba en la puta casa.

Ketch nos seguía de cerca, ¿estábamos tontos? Tres enemigos corriendo juntos para salvar sus vidas. Estaba claro que la bomba no había sido idea de Ketch, él estaba tan asustado como nosotros. ¿A caso había un cuarto enemigo? ¿Es que no podían venir de uno en uno? No,  tenían que aparecer todos juntos y de la mano.

Aunque fuera de noche, la luz del fuego iluminaba parte de nuestras caras, lo suficiente como para diferenciarnos.
Lo único que se escuchaban eran nuestras respiraciones, agitadas e irregulares; nos habíamos pegado una buena maratón.

Miré a Voyd, quien se sujetaba el hombro mientras hacía una mueca de dolor; a Zek, quien solo tenía ojos para AJ; y Ketch, miraba su casa de paredes blancas e inmaculadas consumidos por el fuego.

—¿Por qué el blanco? —Me atreví a preguntar.

Ketch me miró, ya no tenía nada que perder, su casa estaba destruida.

—El blanco es símbolo de pureza. Quería que por lo menos hubiera algo de ella en mi vida, aunque solo fuera una estúpida casa. —Sorbió su nariz, pero no porque fuera a llorar, sino porque hacía un frío de cojones.

—¿Qué ha pasado? —Preguntó AJ mientras se sentaba en el suelo. Zek le acompañó.

Parecía como si estuviéramos de acampada en el puto bosque, no me gustaba nada está situación.

—Uno de los míos entró en el salón sangrando y chorreando algún líquido transparente. —Empezó a relatar Ketch. —Tenía los labios cosidos... —Hizo una pausa para quitarse el sudor frío de la frente. —Se abrió la camisa que llevaba, habían tallado en su piel con una navaja "BOOM". Le habían introducido una bomba en su cuerpo y le habían rociado de gasolina, que goteaba a cada paso que daba. No tardamos ni un segundo en reaccionar.

Un jadeo por parte de AJ llamó la atención de todos, estaba llorando.

Voyd miraba la escena con recelo. Zek consolaba a AJ, hubiera querido estar en su lugar. No podía ver a AJ llorar, le hacía sentir demasiado vulnerable, sentía que debía protegerlo a toda costa. Pero por ahora, estaba bien con Zek.
Miraba la casa envuelta en llamas, podría haber muerto; y aunque ese pensamiento lo tenía en la mente cada día, jamás había pensado en morir quemado; como mucho de un disparo o torturado.

- Escuchad. - Habló Zek mientras frotaba la espalda de su amigo. - Me importa una mierda vuestros culos, AJ y yo nos vamos - Declaró como si tuviera opción, como si hace unas horas no nos hubieran secuestrado. - No sabemos si el que ha enviado la bomba nos quería matar a todos, o si solo quería acabar con Ketch y nosotros estábamos en el lugar equivocado, en el momento equivocado. - Siguió hablando.

- Ha tenido los trescientos sesenta y cinco días del año. ¿Por qué justo hoy? - Le respaldaba AJ siguiendo su estúpida conversación

-¡Pero vamos a ver! - Dije callándolos. - ¿Os estáis escuchando? Zek, estás hablando con el que nos acaba de secuestrar e iba a matar. - Hice una mueca de incredulidad.

- En efecto, señores. - La voz gélida de Ketch se hizo presente detrás de nuestras espaldas.

Yo sabía cuál era nuestra situación y aún así no detecté cuándo se había inmiscuido entre la tenue luz de las llamas y de la noche.

- Mientras vosotros estábais pensando en nimiedades, me he tomado la libertad de reclutar a mis pocos soldados que han logrado escapar.

- Hijo de puta... - Murmuró Zek, de reojo veía como estaba sacando a relucir una gran sonrisa. ¿Qué demonios?

- Ahora mismo os están apuntando con unos bonitos francotiradores... - Seguía explicando a detalle los modelos y el calibre de cada uno de ellos. Maldito psicópata. - Y solo basta que haga una señal para que os acribillen. - Otro que sonreía, no sé qué gracia le veían a esto. - ¿Qué me dices, Zek? ¿Te apuntas?

Los dos se sonreían y yo acababa de caer en dos cosas, que estos dos habían estado hablando, y probablemente estaban conspirando contra mí; y que estaba realmente jodida cuando me di cuenta de que no veía a Voyd por ninguna parte.

Yo y mi estúpida sensación de que Voyd no necesita mi ayuda, pero en estos casos, nos necesitamos mutuamente.

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⏰ Última actualización: Aug 03, 2023 ⏰

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