Epílogo

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El viaje no fue tan malo como creyeron.

El avión fue todo un éxito, estuvieron en primera clase y la atención fue demasiado buena al parecer, ya que KyungSoo no se quejó de nada y descansó, aliviando al moreno quien temía que sacase su arma y le disparara a alguien, pero no pasó. La ckmida estubo deliciosa, todo lo que se trataba de tecnología permanecía en buen estado y le dieron un uso excesivo, viendo películas y demás hasta poder llegar a los Estados Unidos.

Quien más sufrió fue JongDae y en cierta parte ChanYeol, que no se esperaban el jodido viaje indefinido de los tortolitos, eso afectaba en su horario y rango. El tercero al mando y el informático peleaban todo el día porque este último se creía el cuarto jefey no, YiXing se lo aclaró. Lo que les dolía en sí era trabajar más de lo previsto, ya que KyungSoo se encargaba de la mayoría, no les afectaba y carajo, aunque no iban a recibir ningún bono o aumento en su sueldo por eso, tenían que trabajar y eso significaba una cosa: cero irse de putas, cero alcohol. En resumen, estaban jodidos por el trabajo.

A KyungSoo le dejó de importar todo después de subjr al avión, de poner su culo en el asiento y tomar la mano de su novio. Definitivamemte esas vacaciones le hacían bien ya que jamás pudo tomarse la libertad de darse un descanso que no sea ligero hasta ahora. Le gustaba todo lo planeado y solo esperaba que su temperamento no haga que tenga que matar a nadie.

JongIn estaba muy feliz, su corazón se contentó más después de comer en el avión, pues la comida tenía un sabor peculiar que hacía que sus papilas gustativas bailaran de alegría por su exquisitez y no, era simple, pero le ponía contento.

Cuando aterrizó el avión era de madrugada, muy tarde, por lo que decidieron dirigirse al hotel a descansar y cenar puesto que tenían actividades al siguiente día.

Durmieron juntos en una cama matrimonial muy bonita, abrazándose entre sueños y KyungSoo teniendo que aguantar los gases de JongIn, quien debía suponer que después de comer de forma voraz, viene el malestar. No le importaba, pues era normal y algo íntimo que todos hacían y no había de que avergonzarse.

A las doce del mediodía ya estaban parados, con trajes de baño, toallas, gafas de sol y protector. Pensaban ir a nadar un rato en el gran jacuzzi del hotel porque tenían que aprovechar bien esos treinta y cuatro grados de calor.

KyungSoo tenía que ponerse el protector ya que su piel era más propensa a quemarse o a sufrir cáncer de piel. JongIn se colocó un poco, le gustaba que se viera el protector en su rostro y cuerpo, sintiéndose blanco, pero nadie podía decir lo mismo del capo porque a él le gustaba que el protector solar se desvaneciera sobre su piel, sin notarse. Ya en el jacuzzi fue diferente, manos traviesas y gemidos contenidos se hacían presentes en ellos, también nadar y el reír juguetonamente les ayudaba a olvidar...eso. Lo que le puso los nervios de punta a JongIn fue que un crío le dio con su pelota al capo en la cabeza, enojándolo y al extremo de casi sacar su pistola y apuntar al niño. Tan solo hizo que se vaya, disculpándose con el pequeñín y evitando que el hombre cometa una jodida locura.

Tal vez por eso, antes de que el hombre pueda protestar, lo besó. Atrapó sus labios con necesidad, sin sentirlos en más de veinticuatro horas y ahora se encontraba humedeciendo el beso y apretando las nalgas del de estatura más pequeña, quien sus piraba entre el beso y mierda, ambos penes se friccionaron sin querer, provocándoles un tirón que se convirtió en una erección.
Caminaron rápidamente hacia los vestidores y al no haber nadie, colocaron el cerrojo a la puerta y comenzaron con la diversión.

Se volvieron a besar, pero esta vez más atrevidamente y esto se dio por parte de KyungSoo que cada dos por tres, mordía el labio inferior del moreno, mostrándose más atrevido y por ende, más caliente.

Maldito [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora