Capítulo 1

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JongIn estaba muy nervioso y, a decir verdad, no sabía si su jefe se lo iba a follar o él a su jefe. En sí no era pasivo y era su primera vez con un hombre, cosa que no le parecía mal y ser inexperimentado en el sexo gay no le favorecía en nada, pero existían las pornos y más o menos sabía donde meter su palo. Tenía un sentimiento de pavor, pues se iba a follar a su jefe y no era bonito si fallaba. El miedo de que le corten los cojones y se lo hagan tragar era inminente. Se sentía como las secretarias que tenían aventuras exactamente con sus jefes. Así o peor.

Estaba en aquel armario con KyungSoo y se moría aún del miedo, tanto que al extremo de pasar saliva lentamente y temblar en las manos.

En aquella oscuridad pudo notar como su jefe estaba sonrojado, mordiéndose los labios sin saber qué hacer e impaciente de lo pueda pasar en ese instante. No era la primera vez con alguien menor que él, pero las circunstancias lo ponían nervioso y los capos no sufrían de nervios.

Escuchó como YiXing gritaba un vamos que lo pudo interpretar como que ya podían empezar, sientiendo un jalón mental que lo trajo a realidad. Era el puto jefe.

—No me gusta repetir las cosas dos veces, así que escucha y calla —Soo estaba determinando qué hacer. Sabía que esos malditos siete minutos se convertirían en una puta hora follando en el armario y todos creerían que KyungSoo se lo folló y no JongIn a él—. Me vas a follar como nunca lo habías hecho en tu puta vida —sacó el arma y se la colocó en los cojones, asustándolo—. Si tienes huevos, atrévete. Sé que me deseas y bueno, te daré la oportunidad de follarme y todos creerán que solamente me la chupaste y que yo te follé. ¿Quedó claro? —recalcó el yo y al no oír nada, le pegó aún más fuerte el arma en el miembro y jaló un poco el gatillo— ¿Qué no sabes hablar? ¿Entendido?

—S-sí, jefe. —Dijo temblando por miedo de que le reventase los cojones a balazos. Mil veces prefería perder la virginidad anal por una bala, que perder el pene con la misma y que no se le pare nunca jamás, como el país del mismo nombre.

Estaba ansioso y ya con una erección de crío hormonado que con tocar tetas sobre el sostén se conformaba. Ansioso porque su jefe le estaba dando vía libre de follárselo y, si el precio era mentir, estaba dispuesto a pagar el precio sugerido.

KyungSoo lo besó desprevenidamente, en un beso con fuerza, chocando sus bocas tanto así que ambas dentaduras tronaron, haciéndoles doler y sin darle la mayor importancia a eso, siguieron dentro del beso hambriento. Un KyungSoo atrevido y sin pedir permiso, metió su lengua en la boca ajena, en un morreo demandante. La lucha de bocas era demasiado exquisita, besos calientes de aquí y allá y una que otra chupada de lengua. Se separaron al instante, sin saber qué más hacer. Miradas tímidas conectando, y a la vez lujuriosas y ansiosas de lo que se aproximaba para con ambos hombres.

El mayor se sentía tan pequeño en ese momento, tan aparte de serlo, se sentía así porque él no era de los que dominaban en el sexo, solo llegaba a ser dominante con su careta de mafioso malcriado y frío, un hijo de puta sin remordimientos que miraba para arriba como un Dios y abajo con desdén.

Sus bocas volvieron a tocarse, haciendo danzar sus lenguas en un maravilloso ritmo indescriptible e insaciable. KyungSoo quitó su corbata rápidamente y al notar al chico de tez morena, siendo una puta estatua, cogió las manos ajenas y las guió a su cintura, dejándolas reposar ahí. JongIn apretó los brazos muy fuerte al rededor de aquella cintura, no queriendo separarse nunca, sintiendo todo lo que podía con devoción y sensación carnal. Lo quería, lo necesitaba.

Quitó la parte superior del traje de su jefe, asombrado de la piel tan pálida y a la vez rosada en ciertas partes del delgado cuerpo que tenía en frente. Era escuálido, algo que lo beneficiaba porque lo hacía ver más joven aún. Le quitó los pantalones, poniéndose nervioso cuando llegó el turno de la ropa interior, dejándolo desnudo y tan expuesto. Obviamente, estaban sin zapatos, ya que Soo no permitía en su mansión mas que sandalias y bueno, eso no importaba si iban a follar.

Maldito [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora