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Mañana del 1° de Enero; 1886.

La brisa de una mañana fría trazó mi brazo cuando lo saqué, salí por completo y caminé hasta la barandilla de madera, ahí, repose mis codos, admirando los primeros rayos del sol y la forma en la que éste comenzaba a dibujar destellos naranjas con el azul del cielo; frente a mí, hectáreas de campo se abrían paso, junto con éste, árboles de miles de tamaños, sus hojas caían según la dirección del viento, los primeros cantos de los pájaros avisaban que despertaban y comenzaban a salir de sus nidos. Claramente era la mejor bienvenida a un nuevo año, suspire sereno; llamó mi atención que la joven Yixing estaba a unos cuantos metros de la casa, rodeada de una cobija, la cuál, la abrigaba, entre sus manos un libro, pensé metitabundamente a qué hora pudo haberse puesto de pie, decidí caminar para bajar los escalones e ir hasta ella, las hojas secas a mi paso, crujían, las diversas flores que había en el camino de piedras, ahora, estaban cerradas debido a la estación del año, cuando levanté la vista, Yixing me observaba con una pequeña sonrisa, se la devolví de igual forma y seguí mi camino hasta ella, cuando estuve lo suficientemente cerca me detuve.

-¿Puedo?— señalé a un lado de ella, asintió mientras se movía un poco para que pudiese tomar asiento, nos quedamos en silencio, así que decidí hablar— disculpe mi intromisión hacía su persona, pero, ¿desde qué hora está de pie?— desde mi posición podía admirar su perfil, era un señorita demasiado agraciada, delicada y hermosa para tan sólo, 17 años. Sonrió.

-¿Podríamos dejar las formalidades?— contraataco con una pregunta, la cual me dejo una sonrisa

-¿Por qué estás despierta tan temprano?— reitere la pregunta sin algún tipo de formalidad, pude ver que sonreía

-Gracias, me hacías sentir demasiado grande con la formalidad— soltó una risita— y en realidad, no más tiempo del que tú— señaló su libro, dándome a entender que se encontraban leyendo cuando la vi.

Se extendió otro silencio entre ambos, recargue mi cabeza en la corteza del árbol.

-Recuerdo que cuando era más chico, justo en éste árbol, había un gran columpio, mi padre se había tomado la molestia de hacerlo ya que era, en ése entonces, el hijo más pequeño— sonreí ante el recuerdo— pero un día, mi hermano mayor, Taehyung, estuvo jugando conmigo, por un pequeño error mis manos trastabillaron y salí del columpio— voltee a verla, su sonrisa se había borrado, en cambio, ahora había un gesto de preocupación por mi yo de cinco años— me lastime un brazo y me provoque ésta cicatriz— giré mi rostro, aunque era una pequeña marca, se veía a simple vista— recuerdo que cuando cerró, me dije a mí mismo que me hacía ver "feo para las niñas"— sonreí— pero ahora es un vivo recordatorio de mi hermano— Yixing, a quién no había dejado de ver, tenía una sonrisa pequeña en su rostro

-¿Dónde está él?— se colocó viendo hacia mí, aún envuelta en la cobija

-Está en Europa, contrajo matrimonio y cuando tuvo la oportunidad de conocer a la familia de la chica, la aceptó, luego de casi un año nos avisó que era padre y que vivía en Francia junto con su esposa, recuerdo que únicamente hemos ido dos veces, aún me es grato verlo aunque sean pocas las ocasiones.

Yixing sonrió, seguido se puso de pie, imite sus acciones.

-¿A dónde vas?— pregunte siguiéndola, no medió palabra alguna mientras caminaba detrás de ella; sujetó firmemente la cobija que la abrazaba al igual que su libro.

-Delante hay un lugar al que solía venir cuando estaba más pequeña— mencionó— solía venir con mi hermana mayor—rió— la más grande, incluso que mis otras cuatro hermanas— aclaró y se dirigió a una banca, frente a nosotros se encontraba un pequeño lago, rodeado de árboles frondosos qué, ahora, ocultaban los rayos de sol, diversos animales yacían en el lago, desde ranas hasta tortugas, había mucho pajarillos cantando de árbol en árbol, igualmente se encontraban diversos tipos de flores, observé nuestro alrededor detenidamente, me detuve en los ojos de Yixing— cuando nos encontramos con éste lugar, Soojin, reaccionó igual—sonrió— pero ése no era el punto, discúlpame; retomando el rumbo, siempre veníamos pero la última vez que estuvimos aquí, ninguna volvió a pisar el lugar- exhalo con fuerza— hace dos años, ella y yo veníamos hacía acá, siempre veníamos a comer, jugar o a hablar de cosas banales,— se detuvo y jugó con el libro entre sus manos— recuerdo que era primavera— fijó sus orbes mieles en mis ojos— y fue la última vez que la vi— se detuvo abruptamente, mi cabeza trabajó rápidamente para encontrar una respuesta a aquello mencionado apenas, entendí, ciertamente que aquella chica desaparecida hace dos años, había sido su hermana, mi semblante no mostró nada más y nada menos que asombro puro, claramente no entendía el sentimiento de perder a alguien así, pero en su lugar, puse que si me pudiese encontrar en la misma situación con Khyung, me sentiría igual o estaría peor.

Dispuesta a cortar de tajo el tema, se puso de pie y emprendió el mismo camino de regreso a la casa, siguiendole por detrás, aceptando su silencio.


Yoi Yixing no tuvo y no tiene nada que envidiar de las demás; por sí misma era un completo enigma y éso, éso era lo que envidiaban completamente de ella.











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Antes de partir a la escuela, quise publicarlo ùwú
¡tengan un buen día! xx

autumn leaves┊JJK ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora