vino en un abrir y cerrar de ojos, fue la brisa más suave y también un torbellino, fue cada una de mis primaveras y fue uno de mis otoños más agridulces.
Fue todo y nada, nada y todo. Y en éso se convirtió. En nada y todo.
➳ heterosexual
➳historia...
Yixing suspiro, estaba cansada de intentar escapar, pero le aliviaba el hecho de que podía salir, aunque tenía que hacerlo acompañada. Miró a través de la ventana como Jungkook suspiraba y miraba el periódico frente a él, Taehyung se lo arrebató y se sentó frente a él, parecía regalarlo, Jungkook solamente miraba atentamente a su hermano. Quizás estaba cansado de oír los mismos sermones de su hermano.
–¿Qué tanto ves a Jeon?— el de mirada felina giro el rostro de la ahora pelinegra, frunciendo el ceño aparto con fuerza su mano de su quijada.
–Disculpe, pero no es de su incumbencia y no vengo con usted— el hombre frente a ella ocultó la sonrisa socarrona al ver a su jefe ponerse rojo, se fue cuando vio que la pelinegra no le hacía caso. Le tendió una libreta y una pluma, Yixing vio extrañada los objetos frente a ella.
–Lo extrañas, escríbele cartas, yo las dejaré en su domicilio— se puso de pie y golpeteo el suelo con su pie— escribe mientras no estoy, pero no te atrevas a ir con él— sin más, la dejo sola. Habían tantas cosas que plasmar en esa carta que no sabía con qué exactitud comenzaría. Le otorgó otra mirada y comenzó a escribir.
Así, mes tras mes, Yixing escribía cartas a Jungkook, y el hombre que salía con ella las dejaba en su casa sin dejar algo más, siempre que dejaban las cartas, ella podía ver como la esperanza de Jungkook crecía en encontrarla. Sus ojos lo decían todo, y comenzó a considerar que eso era cruel, todas las chicas que estaban con ella, habían intentando escapar. Escuchó que una vez una chica lo logró, pero que no vivió para contarlo, lo que significaba que eso podría pasarles si lo intentaban. Comenzó a dudar que si aquello que así era bueno o malo.
El último día que escribió algo para Jungkook, se encontraba en una pequeña plazilla cerca del hogar del castaño. Pudo ver cómo Jungkook salía y entraba del hogar, abriendo y cerrando varias veces. Todo aquello mientras jugaba con la carta entre sus manos. Volvió a abrir una de las hojas entre sus manos.
Querido Jungkook. Supongo que esta vez, no es una carta para contarte cómo estoy, mucho menos dónde estoy. No sé cómo iniciar esto, pero, he teñido ciertos pensamientos respecto a ti y lo que estoy haciéndote. ¿No crees que esto es cruel de mi parte? Yo lo creo así. Jungkook, jamás voy a poder abrazarte o verte de cerca de nuevo, costaría mi vida y tu vida, y yo quiero que vivas; vive sin mí, conoce el mundo, las miles se maravillas qué hay para que veas, disfrutes, huelas, saborees, hagas todo lo que quisiste mientras me abrazabas y me contabas todo aquello con ése brillo característico en tus ojos. He pensado que esto lo hice al principio porque necesitaba contactarte, necesitaba sentirte cerca, pero mi egoísmo me superó porque ahora quiero no sólo escribirte. Jungkook, esta carta es mi despedida, nuestra despedida. Déjame ir, no me detengas más por favor. Te amo como lo he amado a nadie y, ten claro que siempre serás el primer hombre al que le he entregado todo lo que estaba en mis manos, todo. Te amara siempre, Yixing.
Noviembre 24, 88.
Volvió a doblar la hoja, tomó una pequeña postal y volvió a escribir algo rápidamente. Mordiéndose el labio, dejó la pluma al lado de la postal. No estaba segura, ya no lo estaba más, leyó el contenido una vez más tratando de no agregar más ni menos.
Kookoo. Esta vez, escribo esto porque sé que estás mal, también lo estoy yo. Sé cómo te sientes porque me siento de la misma forma, pero no seré egoísta. Desde un inicio sabía que estuve mal al comenzar a mandar las postales, el tener que obtener información acerca de ti era difícil, pero lo valía porque sentía que así estaría más cerca de ti, pero no soporto tener que ver tus fotos en las paredes de aquella oficina; saliendo de la empresa, a comer o hacer cualquier cosa. Es mi última postal, sé también por parte de quienes me tienen que has intentado rastrearme. Estoy en Seúl. Soy tan cobarde al no darte esto en persona, pero sé que sí lo hago, estaría provocándote más dolor y quizá podría ponerte en peligro. Te ama, Yixing.
Noviembre 24, 88.
El sabor amargo de las despedidas. Las odiaba, la simple sensación de saber que iba a dejar a alguien que le hizo bien pero al mismo tiempo estaba dañando, le hizo ver que aunque sus intenciones nunca fueran malas, la hicieron quedar como una villana, ¿por qué darle esperanzas de algo que no iba a poder ser?. El pequeño texto parecía un abrazo lleno de dolor y arrepentimientos, ése que se les daba a los hijos al presentar su servicio militar, un abrazo lleno de "te quiero pero ya no puedo tenerte". El frío comenzó a acrecentarse y el hombre que siempre acompañaba a Yixing parecía no aparecer ante sus llamados silenciosos. Temblorosa, se puso de pie con las cartas entre sus finos dedos y camino hasta la casa del castaño. Conocía de memoria aquel camino, siempre pasaba frente a su casa cuando había oportunidad, se tomaba unos minutos para verlo y después se marchaba.
Cuando estuvo frente a su casa, soltó un suspiro tembloroso, no tenía permitido dejar las cartas ella misma, pero no estaba su compañero, así que camino con apuro y dejó la segunda carta que había escrito. Toco una sola vez el timbre y salió corriendo para no ser vista. Pudo ver cómo el castaño abría la puerta de golpe, tomaba la postal y cerraba con la misma fuerza, no tardó demasiado en ver cómo volvía a salir, buscándola. Cubrió sus labios mientras contenía la respiración, le dolía. Salió de su escondite cuando el joven no se dió cuenta, cuando estuvo apunto de rodearlo, la golpeó.
-Lo siento— Yixing noto el temblor en su voz, asintió un poco y lo siguiente la fulminó puesto que la tomó por los hombros y pasó por su lado
-No importa— y como si fuese un murmullo, vio cómo se alejó y se internó de nuevo en su casa. Yixing camino de vuelta al lugar donde la habían dejado mientras sentía que su corazón se rompía en miles de pedazos.
Mi querido Jungkook, espero que algún día me perdones. Espero que tengamos en otra vida, un mejor camino. Querido Jeon Jungkook.
♡
Hey hey, ha pasado bastante desde que la terminé pero jajasj hay por fin, las 400 lecturas y no me lo creo !!!! De verdad que muchas gracias por hacerla llegar hasta ahí y hasta ése puesto!!!! No saben lo feliz y bonito que sentí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Así que este extra (el cual tenía guardado desde hace semanas) es por eso!!!
