The Mayor Heiress

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– Tu sí podrás decirme... ¿cierto?

Niall miró a la niña con cierta curiosidad ya que realmente no entendía a lo que ella se refería, la miró una vez más cuando está lo hizo y le recordó las miradas de Louis cuando no cumplía con sus órdenes.

– ¿A que te refieres Sam?

– Sabes a lo que me refiero Niall.. – Ella dejó de peinar una de las muñecas y le quitó la de Niall –, tu conoces a mis papás, ¿ellos se querían antes? ¿Lou quería a Harry?

– Linda, no creo que sea la mejor persona para contarte eso, tus padres tienen historia y ellos son los únicos que tiene derecho a decirte.

– Ella lo miró impaciente – Sólo es una simple pregunta. Ellos no se quieren ¿cierto? Por eso Louis está lejos.

– Niall bufó y miró hacia los lados – Eres igual a Louis, manipuladores... no lo escuchaste de mí, pero sí, Louis amaba a Harry, y viceversa.

– ¿Crees que vuelvan a estar juntos? – Preguntó esperanzada.

– No lo sé pequeña.

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– Eso es una broma ¿cierto?

– Dijiste que aceptarías que mi hija estuviese conmigo.

– Pero no bajo esas condiciones.

Harry se sintió completamente patético después de haber escuchado la propuesta de Louis; la mejor condición para que la niña se mantuviera a su lado, y al igual, al lado de Louis, era que ambos formalizaran una relación.

– Por si lo olvidaste, yo estoy en una relación.

– Louis se levantó y soltó un suspiro con dramatismo – Harry, no quiero amenazarte, quiero hacer las cosas por la paz por nuestra hija. Ahora Nueva York es diferente, ¿no has sabido de las buenas noticias? Los crímenes de odio han disminuido, hay más tolerancia y me gustaría dar el ejemplo de lo que propongo. Igualdad.

– Dejame decirte que es lo mas estúpido que he escuchado, el odio jamás dejará de existir y más cuando eres el maldito alcalde de la ciudad, tienes enemigos que matarían por estar en tu lugar...; ¿qué crees que pasaría si ahora apareces de la nada con una hija? – Preguntó Harry cruzándose de brazos – Ambos sabemos que es una mala idea.

– Ya te dije Harry, esa es mi única condición... es la única en la que te permite estar cerca de ella, no me hagas tomar una decisión que ambos podemos lamentar.

– No serías capaz Tomlinson. No puedes ser tan egoísta.

– Louis no evitó reír con burla – ¿Egoísta? ¿Enserio me estás llamando egoísta? Tú quién usas excusas para defenderte, quien me llenó de ilusiones y promesas para luego marcharse, tú quien no dejas que esté con mi propia hija... dejame decirte que eres la última persona indicada para hablar de egoísmo.

– ¿Y que haces tu ahora? Usas tu poder y a mi hija para manipularme.

– Harry, voy a ser muy honesto contigo... – Suspiró –, no me importas, en absoluto... – Harry sintió como su corazón se encogió con esas palabras –, vine hasta acá por mi hija, si ella no hubiese nacido, no me hubiese importado una mierda lo que hubiese pasado contigo. Te di la oportunidad de quedarte, que me dejaras cuidarte, hacerme cargo de ti y de nuestro bebé, pero si a ti no te importó, mucho menos me hubiese importado a mí... – Harry soltó un sollozo sin pensarlo –, ¿ahora lloras? ¿Ahora es cuando te sientes mal? Muy tarde Harry, es cuatro años tarde para que vengas a llorar.