The Mayor Heiress

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– Umm... no... – La pequeña negó una vez más y Harry bufó con cansancio; ya se había cambiado como cinco veces y su hija aún no aceptaba ningún conjunto de ropa.

– Samantha, debes ayudarme y lo único qué haces es atrasarme... me pondré lo que sea y ya.

Harry tomó un conjunto de los que ya se había quitado y se metió a la baño para cambiarse, otra vez.

– Tampoco puedes ponerte cualquier cosa.. – Aclaró Niall sentado a un lado de Samantha –, no es por ponerte presión, pero Louis no es cualquier tipo, y donde quiera que vayan lo van a reconocer. Para eso fue la ropa que compramos.

– Harry salió del baño – Es que ustedes no se deciden, no me están ayudando en nada... – ambos se quedaron en silencio – ¿que? ¿Está mal también?

– ¡Estás precioso papi..! – Exclamó la pequeña con brillo en sus ojos – A mi papá le va a gustar mucho..

– ¿Tu crees? – Harry preguntó nervioso mirándose en el espejo.

– Claro.. – Respondió Niall – Luces como todo un príncipe digno de un rey, que obviamente es Louis.

Harry tenía que admitir que realmente se sentía halagado mientras se miraba en el espejo; nunca tuvo que preocuparse por como lucía y mucho menos para impresionar a alguien más. Realmente le emocionaba la idea de su cita con Louis, al final, Niall y su hija lo habían convencido para que ambos salieran solos.. aunque no podía negar que también lo ponía nervioso. De momento, Louis dio varios golpes en la puerta.

– Oigan, no es por apresurar ni nada, pero tenemos reservación a las 8:30... y aún falto yo de cambiarme.

Louis habló a través de la puerta y los presentes no evitaron reír; Samantha tuvo la idea de que sus padres no se vieran hasta la hora de salir, así que ella y Niall taparon a Harry con una sábana. Abrieron la puerta y Louis los miró confundido, más cuando Harry se golpeó con el borde de la puerta.

– ¡Demonios! – Harry se quejó.

– ¿Estás bien? – Louis se iba acercar, pero su hija se lo impidió.

– Ahora es tu turno, a la habitación. Niall encárgate de papi.. – Niall asintió y se llevó a Harry con cuidado –, vamos, te tienes que ver lindo para la cita.

Sam tomó la mano de su padre y entraron a la habitación.

Media hora más tarde, Sam ayudaba a su padre peinando su cabello, lo había peinado de todos formas y no quedaba como ella quería. Louis al final, le sonrió con cariño y tomó el cepillo para hacerlo el solo.

– Te lo agradezco preciosa.. – Louis se le acercó y le dio un beso en la frente –, pero creo que ya estoy listo, no queremos hacer esperar a papi.

– Estoy muy feliz que tú y mi papi se quieran mucho.

– Louis le sonrió – Y yo también estoy feliz por tenerlos a ustedes.. – Tomó a la pequeña en brazos y le dio varios besos en sus mejillas –, ahora es mejor ir donde papi, no queremos que cambie de parecer.