| 17 |

2.9K 204 153
                                    

– ¿Estás segura que quieres dormir sola?

Harry estaba sentado al lado de su hija quien estaba lista para la hora de dormir, Louis estaba parado en la puerta, después de Harry haberle preguntado, ella miró a Louis y este le hizo un guiño.

– Sí, papi.. voy a estar bien.

– ¿Estás segura? – Harry insistió, nada más pensar en dormir solo con Louis lo ponía nervioso – Puedo quedarme contigo si quieres.

La niña volvió a mirar a Louis y el mayor hizo un gesto negando, ella volvió a mirar a Harry.

– No papi, estaré bien. Papá me leerá una historia y podré dormir más tranquila, ya sé que con ustedes aquí nada me va a pasar.

– Harry le sonrió – En eso tienes razón, pequeña... ¿segura que no quieres? Puedo dormir en el suelo.

– Dije que no papi.. – Le dijo ella riendo y Harry evitó hacer una mueca –, además, si tú eres quien tienes miedo, puedes dormir con mi papá, él te va a cuidar.

Ella le hizo un guiño a Louis y este respondió de la misma manera, pero Harry los había mirado ambos.

– Tú papá no te convenció de nada ¿verdad?

– Ella miró a Louis alarmada y este le hizo seña para que dijera que no – No papi, ya yo soy grande, estaré bien, lo prometo. Sabes que soy independiente.

– Harry la miró aún sin creerle por completo – Esta bien, pero no olvides buscarme si me necesitas ¿de acuerdo? – Ella asintió – Bueno, buenas noches cariño.

– Buenas noches papi.

Harry le dio un pequeño beso en su frente y salió de la habitación, al estar solos, Louis se acercó junto a la pequeña sentándose donde estaba Harry anteriormente.

– Casi no se la cree.. – Comentó la pequeña en su susurro y Louis no evitó sonreír.

– Puedo apostar que no se la creyó, pero por los menos aceptó. Entonces, vamos a leer esa historia y a dormir, mañana te tengo una sorpresa.

– ¿Enserio? – Preguntó con emoción.

– Sí – Le contestó Louis buscando un libro –, si logras pasar la noche completa en tu habitación, te daré un premio, lo mereces por ser mi cómplice.

– Está bien.

Louis se sentó a su lado, y la pequeña se abrazó a él mientras leía la historia; el corazón de Louis latía con emoción cada vez que le echaba un ojo a la pequeña viendo cómo está poco a poco se iba quedando dormida. Ya no era más un sueño, esta vez era real, Louis ya tenia a su hija consigo y nadie iba a lograr poder separarlos.

Al ver que la niña se quedó completamente dormida, Louis cerró el libro y se apartó con cuidado, acomodó a la pequeña y se encargó a cubrirla bien su colcha para que no tuviera frío. Antes de salir de la habitación, se asomó una vez más para confirmar que todo estaba bien, cuando fue así, sonrió y salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí.

– ¿Sobornaste a nuestra hija para que durmiera sola?

Louis prácticamente brincó en su lugar y se volteó con cuidado para encontrarse con Harry de brazos cruzados.

– Pensé que ya te habías acostado... – Fue lo único que comentó Louis evitando la pregunta.

–Contéstame Tomlinson.

– No fue soborno Harry, hablé con ella y le dije que no debería tener miedo de dormir en su habitación, le conté que estando nosotros no tiene porqué tener miedo. Y tú se lo dijiste, si necesita algo puede ir a nuestra habitación.

The Mayor HeiressDonde viven las historias. Descúbrelo ahora