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Loki siempre fue un misterio para Thor, claro que era su hermano, claro que convivieron por más de mil quinientos años, claro que se arrepentía de muchas de las acciones pasadas que pudieron contribuir a despertar los celos del Dios de las mentiras hasta llevarlo al punto de tomar decisiones equivocadas, pero a pesar de todo eso seguía sin poder leerlo por completo. Y ahora siendo un niño era un misterio mucho más grande.

Incluso en aquella ocasión en Saakar cuando creyó que había visto malas intenciones en su hermano y lo terminó electrocutando para que lo dejara ir, pero le sorprendió que fuera a Asgard en una nave mucho más grande para salvar a su gente, claro que Thor estaba orgulloso de su actitud, dándose cuenta de que seguía sin saber que realmente pensaba el de cabello negro y ojos verdes, era bueno, era malo o realmente estaba trastornado.

Ahora no era muy diferente, solo que era un niño, realmente tierno. Al principio fue complicado tratar con él, caprichoso, arrogante y sarcástico, pero en realidad no había mucha diferencia a cuando eran niños en el pasado, seguía teniendo la misma actitud no importaba que fuera una reencarnación. El problema en esta ocasión era que el rubio no era un niño/adolescente que podía salir a jugar con sus amigos cuando su hermano pequeño se ponía caprichoso, dejando que su madre se hiciera cargo de él, no, esta vez Thor era quien tenía que hacerse cargo del niño Loki y educarlo como un buen Dios y no estaba muy seguro si realmente estaba haciendo un buen trabajo al respecto.

En un principio fue muy difícil acercarse al pequeño Loki, debido a que aún parecía resentido por haberlo llevado a Asgard por la fuerza, pero con el paso de los meses el Dios se dio cuenta de que su hermano estaba cambiando poco a poco, el enfado estaba desapareciendo porque cada vez le regalaba más sonrisas que antes, además ya no mencionaba tanto a los Vengadores como en un principio y agradecía que fuera así. Odiaba esa parte suya celosa y posesiva, porque en vez de acercarse al pequeño solo se alejaba más, y el niño era muy sensible en cuanto a sus «tíos», no sabía lidiar con los celos cuando todos amaban a Thor.

Durante el tiempo que pasó junto a su hermano en Asgard, pensó en el pasado Loki, el niño retraído que prefería estar encerrado en la biblioteca antes de luchar, quien prefería hablar antes de comenzar una lucha sin sentido, que se esforzaba en aprender magia junto a su madre antes de aprender a defenderse cuerpo a cuerpo, no obstante su pequeño hermano era fuerte, sabía defenderse, conocía en donde tenía que golpear y por supuesto donde clavar una daga para matar en un instante sin dejar que su enemigo siquiera se diera cuenta de lo que había sucedido, en una ocasión le ganó y a pesar de todas esas virtudes siempre fue ridiculizado por los amigos del Dios y hasta por él mismo. Tal vez sí fue un completo idiota en su juventud como todos se lo habían dicho, debió pasar más tiempo con el pequeño Loki, debió escucharlo cuando estaba triste, debió aconsejarlo y apoyarlo, pero lo único que hizo fue ser el gran Thor.

Si el Dios lo pensaba un poco, el Loki pasado durante su niñez no tuvo ningún amigo cercano, nadie quien lo escuchara y jugara con él, aparte por supuesto del mismo Thor y su madre. Quizá por eso él se sentía solo y no se lo dijo a nadie. Tal vez por esa razón ahora que era de nuevo un niño se apegó tanto a los Vengadores, en busca del cariño y protección de unos verdaderos amigos, no personas que se burlaran de su debilidad, personas que se preocupaban por él y que constantemente le envían mensajes, ya que el celular del pequeño Loki sonaba constantemente al llegar un mensaje.

Antes de que el rubio se diera cuenta, el niño crecía más y más, pareciéndose cada vez más al Loki anterior, sus expresiones, miradas, sonrisas, y con ello también el amor que le tenía. Sin embargo, el Dios se sentía inseguro ante las muchas trampas que anteriormente su hermano le había jugado, realmente deseaba confiar en él, pero una parte le decía que no debía hacerlo, que a pesar de lo inocente que lucía, seguía siendo el mismo Loki de siempre, a pesar de ello trataba de demostrarle al pequeño cuanto le importaba y que podía ser un buen Dios.

Una Oportunidad MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora