Jugando con fuego +18⭐ Kookmin

~~~> Capitulo 27

Después de su gran paseo y terminando su helado entro Jeon al edificio con la gran intención de regresar al apartamento de Jimin y hablar bien con él.

Jeon hizo sonar el timbre una, dos, tres veces pero no obtuvo respuesta alguna y sintió como un nudo se alojaba en el estómago, ¿estaría en casa? A lo mejor no estaba, o tal vez lo estaba ignorando, comenzó a responderse el mismo, tiro el embace de su helado en el cesto del pasillo.

Se sentía cansado y extraño, no podía creer todo lo que había cambiado su vida desde que Jimin apareció apenas hace unos meses atrás, había cambiado su vida radicalmente, de querer salir una noche emborracharse y tal vez acostarse con la primera persona que se le apareciera enfrente, había pasado a querer compartir su vida con el chico que había llegado a como un terremoto interfiriendo en todo aquello relacionado con él.

Le había espantado a un ligue el primer día que lo conoció y no fue el último, se había enfadado al principio, pero debía de reconocer que le había encantado, todo en él le había fascinado, su descaro, su carácter, su espontaneidad, pareciera que hiciera las cosas sin pensarlo lo que se le ocurría lo hacía y eso a él le encantaba.

Poco a poco se había acostumbrado a él, hasta el punto de necesitarlo, aquella tregua había servido de mucho pues habían compartido como si fueran amantes, todo iba genial hasta que abrió su bocota diciéndole que lo amaba.

¿Quizás no debió de habérselo dicho?, si se hubiera callado seguramente podría seguir disfrutando de él, de su compañía, pero por otra parte se sentí aliviado al habérselo dicho

Había acudido a su casa para decirle que no le exigía nada, todo podía seguir como antes, pero él no contestaba, y Jeon sentía un enorme vacío, esperaba que no se hubiera marchado, no sabía que haría.

Después de esperar un poco más y volver a llamar el timbre sin éxito alguno, dio la vuelta hacia su apartamento y dando un suspiro saco aquella llave con un llavero de un conejito rosado irónico el macho tenía un conejito de llavero jajá, en fin, dio un gran suspiro mientras metía la llave a la cerradura de su casa.

Cerro la puerta y encendió la lamparita de la mesa, el sube sonido de una respiración profunda o mejor dicho unos pequeños ronquidos llamaron la atención de Jeon así que dirigió la mirada al sofá donde se encontró con el precioso rostro de su vecino en ese instante su corazón se agito en sobre manera no se había sentido así desde la primera vez que tuvo sexo.

El seguramente se había quedado a hacerle compañía a su primo, se asomó a las habitaciones no encontró rastro de su primo, por lo cual volvió a la sala de estar y se sentó en el borde del sofá a admirar el bello rostro de su chico, sin poderlo evitar estiro su mano hasta tocar una de las mejillas de Jimin, su piel era tan suave.

Tenía rastros de las lágrimas que había derramado y rogó por no ser el causante, lo cargo en sus brazos para llevarlo a la cama, Jimin se comenzó mover en los brazo de Jeon un poco nervioso.

En ese momento Jimin comenzó a hablar aun dormido solo gritaba que no hasta el momento que lo escucho diciendo con una vos cortante "no me puedo ir, tengo que decírselo".

Jeon estaba nervioso era más que obvio que Jimin estaba teniendo una pesadilla, comenzó caminar y lo llevo hasta su habitación donde lo dejo en la cama mientras susurraba suaves palabras tratando de calmarlo –ya Jimin tranquilo todo estará bien- en ese momento Jimin abrió sus ojos y se incorporó en la cama –no, yo lo amo- en ese momento Jeon sintió que su estómago se encogió.

-ya está corazón solo estabas teniendo una pesadilla- dijo acariciando la espalda de Jimin –oh, Jungkook- en ese instante abrazo a Jeon que se encontraba de pie a un lado de la cama –yo... soñaba... creía... oh, Jungkook- comenzó llorar sí que no se le entendí lo que quería decir.