Cap 17

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El CRV constaba con una estructura de tres edificios de color blanco rodeados por unos grandes jardines con flores, arbustos y árboles de todos los tipos. Un lugar muy bello.

Entramos por una gran puerta en el segundo edificio que tenía un cartel de madera donde se podía leer perfectamente: ‘RECEPCIÓN’.

—Bienvenidos al Centro de Recuperación del Visión, ¿En qué puedo ayudarlos? —nos pregunto amablemente la secretaria.

—Tengo una hora de visita a las 7 —le respondí.

— ¿A nombre de quién?

—_____(tn) Winston.

— ¿Para quién?

Revise el papel que había escrito el otro día en la noche. —Thomas Lee.

Buscó algo en la computadora, imprimió un papel que guardo en un cajón. Buscó en el cajón de al lado y saco un tarjeta que colocó al lado de mi mano haciendo un gesto de ‘tómala’.

—Por el pasillo a la derecha, busquen la habitación que sale en la tarjeta. La tarjeta es la llave no la pierdan. Pueden dar vueltas por el recinto.

Le sonreímos y a la par nos dirigimos hacia el pasillo que nos indicaba.

— ¿Y cómo haremos esto? —me pregunto Zayn mientras colocaba sus manos en sus bolsillos.

—Bueno traje una carpeta donde podemos anotar todas las preguntas que necesitamos saber.

Asintió con la cabeza y seguimos caminando en silencio. Me pregunto cómo será Thomas Lee. La persona que contesto mi llamada el otro día me lo recomendó para un trabajo de colegio, dijo que sería fácil hacerle preguntas. ¿Cuántos años tendrá? ¿40? ¿50?

Llegamos a una puerta que tenía el numero 124. Toqué dos veces la puerta. Escuchamos un ‘pase’ muy bajito. Pase la tarjeta por el artefacto al lado de la manilla, este hizo un click y la puerta se entreabrió.

El cuarto tenía un gran olor a desinfectante, pintado de azul claro y muchos cuadros hermosos adornando sus paredes. El piso era de madera y con…papel de diario que lo cubría en su mayor parte. Una gran ventana desde donde se podía observar un gran abeto al lado de una laguna. Al centro de todo esto había un Eisles (Cosa de madera con dos patas que sostiene el lienzo o papel donde se pinta) y al lado de este había un pequeño mueble negro con ruedas, sobre el mueble estaba lleno de frascos de pintura, un frasco con agua y una toalla. Lo único de una persona que se podía ver eran 2 pequeños pies que estaban detrás del Eisles.

Zayn y yo nos miramos extrañados. No era un cuarto para una persona de 40 o 50 años, era demasiado…infantil.

—Hola —nos saludó una voz muy suave. Y detrás del Eisles apareció un niñito de 8 o 9 años.

— ¿Hola? —prácticamente pregunto Zayn.

—Hola —murmuré yo. Estaba atónita no esperaba un pequeño. Me ponía de lo más sentimental saber que tenía 8 o 9 años y estaba ciego.

No es mi vida, es solo una mision mas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora