24 de noviembre, 2015. Martes. Residencia Jeon. 19:14 pm.
Un mes había pasado desde aquel suceso en donde Hye casi descubre los actos infieles de Jungkook; por eso mismo, él comenzó a tomar mayores precauciones cuando quería ver a Soo. Sin embargo, tarde o temprano, siempre lograba salirse con la suya. Siempre tenía sus excusas preparadas si quería salir, tan sólo por si su esposa la preguntaba. Decía que iría con un compañero de trabajo a un bar que solía recurrir los días que no trabajaba, o que iría a visitar a su hermano – mayor que él, Jeon Jung Hyun-, o simplemente que su instructor de modelaje lo necesitaba para ayudar a alguno de sus compañeros en la sesión de fotos.
"¿Cariño?" la voz alegre de Hye lo interrumpió, haciendo que de un pequeño salto del susto que le ocasionó. Al escuchar la pequeña risotada que soltó la chica detrás de él, cedió vuelta sobre su propio eje para mirarla.
"¿Qué pasa, Hye?" no solía llamarla por aquellos empalagosos apodos que le decía antes de conocer a Soo- apodos como amor, mi cielo, preciosa -. Ahora tan sólo se los decía a su novia.
"Sólo quería decirte que esta noche tengo una cena de trabajo. En verdad, es para celebrar que la revista salió número uno en el ranking de este mes." Sabía lo duro que trabajaba día a día en aquella empresa para lograr aquel puesto, y no podía dejar de pensar que no había persona que se lo merezca más que ella. El brillo que sus ojos tenían, lo hizo sonreír inconscientemente, aunque no quisiera.
Hye era una chica preciosa; una de las mujeres más lindas que Jungkook había conocido en su vida. Con aquellos ojos tan profundos, esa cabellera que decoraba sus hombros - y siempre llevaba recogido, porque odiaba tenerlo suelto -, y esos labios finos que le daban ganas de besarla. Era hermosa eso no podía negarlo; sin embargo, había dejado de verla así desde hace semanas. Toda su belleza se había consumido cuando conoció a Soo y cada día más empezó a interesarse en ella.
Soo era más pequeña que él. Le llevaba unos ocho años de diferencia; ella tan sólo tenía 20 años y él 29. Pero no podía decirle nada de su edad, nunca le había molestado que ella sea menor. Para la edad que ella poseía, sabía exactamente qué era lo que quería para su vida. Sabía bien cómo lograr volver loco a Jeon con cada una de sus caricias, con la forma que solía frotarse contra él con esmero, y cómo mordía su carnoso labio inferior provocándolo.
"¿Jungkook? ¿Estás escuchando?" Hye lo hizo desorientarse en el momento que posicionó sus fríos dedos sobre su mejilla, acariciándolo suavemente mientras lo miraba fijamente, esperando una respuesta de su parte.
"No, lo siento. ¿Qué decías?" Relamió su labio inferior mientras procedía a tomar la mano de la chica, que aún no entendía por qué lo ponía nervioso, y la bajaba hasta soltarla completamente, dejándola caer hasta el cuerpo de la muchacha.
"Que nos han invitado a ambos a esa cena. Mi jefa ha dicho que no le molestaba que tu vengas con nosotros, quiere conversar contigo nuevamente." Hye se encogió de hombros tímidamente. Posiblemente sabía que él le rechazaría su propuesta, pero no perdía la esperanza que algún día la quisiera acompañar a una gala tan importante para ella.
Jeon pasó una de sus manos por su cabello desacomodándolo. No podía decirle que sí, pero a la vez no quería rechazarla. Soo lo había prácticamente invitado a cenar como su primera salida oficial. Ella no parecía entender que para lo único que la quería era para unas buenas folladas que le sacaran la tensión del cuerpo. "Lo siento, Hye. Hoy no puedo. Saldré a comer con unos compañeros del trabajo... Pero la próxima prometo que te acompañaré."
El aspecto decepcionado que tomó el rostro de la chica, lo hizo sentir tan sólo un poco mal. Pero lo hecho, hecho estaba; y no iba a cambiar una cena con Soo - sabiendo que luego terminarían follando - por salir con Hye a una aburrida cena de trabajo.
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Infiel - (Adaptada)
RomanceHye teme que su matrimonio está pasando por una fase extraña. Está casada con Jeon Jungkook hace años y nunca sintió que tendría el peso de soportar sus llegadas tardes debido al trabajo, su extraño comportamiento, los mensajes y llamadas a escondid...