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Un ojiverde, emocionado, abre su casillero esperando encontrar la tan esperada nota diaria de "J" . Rebusca entre sus libros y frunce el ceño al no notar nada. Se estira un poco más y saca algunas cosas de ahí para facilitar su búsqueda, pero sigue sin ver nada. Velve a meter todas las cosas que había sacado con un poco de decepción y cierra con llave el casillero. ¿Acaso había olvidado escribirle?, ¿y si, le había sucedido algo?, ¿y si, ya no estaba interesado en él?. Con esas y más preguntas entra a su siguiente clase, y siente como el tiempo transcurre estresantemente lento.

Llegó a la cafetería y divisa a Chris a lo lejos en una de las mesas que siempre utlizan. Unos pasos antes de llegar un chico bastante alto y moreno lo detiene.

-¿Tú eres Erick Colón?- Le pregunta el chico dudoso.

-Sí.- El chico sonríe mientras suspira aliviado.

-Te mandan esto.- Le entrega una nota de papel color amarillo, justo el papel que esperó toda la mañana. El pelinegro sonríe ampliamente y le agradece al chico para después seguir su camino.

¡Hey, ojitos bonitos!

Te preguntarás, ¿por qué esta nota no estaba en tu casillero?. Bueno, te cuento que enferme y no pude ir hoy a clases. Espero que Richard no te haya asustado.
Tenía muchas ganas de ver tu carita hoy, maldito resfriado.

Te quiero.

-J.

El ojiverde guarda la nota con una sonrisa plasmada en el rostro que no se fue hasta que llegó la hora de dormir.

¡Hey, ojitos bonitos! • Joerick • TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora