Los Herederos Del Pecado

La tiradora y la vuelta al hogar

Cuando sali del arco tal y como dijo el oraculo estaba frente al reino, con mi capa negra y sin me lente de contacto, esta vez sentía la presencia de muchos magos, evitando que me vean busque el pasadizo que me llevaba a mi habitacion y al estar frente a él procure que ninguna presencia estuviera lo suficientemente cerca para verme y entre.
Empece a caminar por esos pasillos aproximadamente 30 minutos, pero me exalte al sentir la presencia de un mago a la distancia, me agache a esperar que esta presencia se acercara, creo que espere como 20 minutos pero al fin la presencia estaba cerca, yo tenia todo a mi favor, el enemigo no podia sentir mi presencia y yo si podia sentir la suya, ademas todo estaba oscuro asi que no tenia forma de ubicarme (o al menos eso pense).
De repente escuche un pequeño sonido y una bala de luz blanca se clavo en el suelo justo adelante mio y yo me quede helada (no me esperaba una bala), la presencia se acercaba muy rapido asi que reaccione, transforme mi espada y vi las balas de luz acercarse, desvie la primera con la espada pero esta de todos modos rozo mi mejilla, pare el resto de las balas con la espada y al sentir al oponente a centímetros de mi me agache para barrer su corrida pero paro frente a mi y puso una pistola en mi cabeza, en ese momento pude ver su cara con la infima luz que habia en el pasillo:
Era una chica de piel oscura, ojos cafe, era menuda, bajita (como mucho debia medir 1,52metros) y pelo negro como el carbon, sus ojos me transmitian una amenaza, esta chica no dudaria en matarme si respondo algo mal o hago un movimiento equivocado.
Me dedique a mirarla un poco mas, tenia un pantalon negro, una camiseta blanca y un cinturon de cuero en el simbolo de mi reino grabado (¡Perfecto! Esta chica es de mi reino) sin embargo no estaba segura de como decirle quien soy sin que salga a la luz toda mi mentira, por mas que sea de mi reino no estoy segura de poder confiar en ella, todos son enemigos hasta que se demuestre lo contrario, pero sin embargo yo no estaba en posición de desconfiar, mi vida estaba en sus manos.
Ella, mirándome con los ojos mas amenazantes que vi en mi vida, dijo -¿Quien sos?- yo no podia mostrar miedo, pero estaba ciertamente asustada, decidi contestar con la verdad, pero asi y todo no estaba segura de que me crea, pero respondi segura -mi nombre es Oksiris Emmunur, soy la princesa de este reino- solo respondi así, no debo dar mas información de la que se me pidio, en ese momento los ojos de la chica se iluminaron y dijo, tratando de disimular su emocion -¿Tenes una prueba de tu identidad?- emiti una sonrisa y saque mi diario del bolsillo para mostrarselo, ella parecia creerme y se la veia feliz, pero su mirada se oscurecio diciendo -podria matar a la princesa del pecado, se hace pasar por enferma en lugar de estar preparándose para la guerra que se viene, me decepciona, majestad- bueno, ella me cree, pero como la mayoria de mi reino me odia, ya no tenia opcion, debia confiar en ella, asi que le dije -me hice pasar por enferma para realizar mi ritual de la estrella y entrenar sin que los otros reinos sepan donde estaba, amo a este reino que me odia, no tengo miedo de morir, pero quiero morir luchando, no en un pasadizo en manos de alguien de mi reino- su mirada fue de confianza, bajo la pistola y esta se convirtio en la hebilla de su cinturón, en seguida me ofrecio la mano para que me levante y dijo -mi nombre es Luna Quins, soy alumna de la academia de magia del reino, tengo el don de la vision nocturna y la visión lejana, soy la unica alumna de la escuela que usa las llamadas "armas de fuego" esta hebilla- dijo esto señalandola -se puede convertir en diferentes armas de este tipo, mis educadores suelen decir que formare parte de la retaguardia en la guerra, pero todavía no quieren llevarme al ejercito porque me escapo de las clases y dicen que me arriesgo mucho- su mirada me decia que ella tenia miedo, pero que queria pelear, ella peleaba contra si, no tengo razones, ya que apenas la conozco, pero confio en ella, asi que la agarre de la mano y le dije -vamos- ella no dijo mas, solo me siguio.
Sus dones hacian que tuviera logica todo lo que paso, y pensandolo bien es perfecta para el ejercito, pero tambien es cierto que las personas que pertenecen al ejercito deben ser disciplinadas, ahora que lo pienso creo que todas las personas que pertenecen al ejercito son mas grandes que yo -Luna ¿Que edad tenes?- ella me tespondio con respeto -17 majestad- yo sonrei y le dije -tenes mi edad, no me digas majestad, podes decirme Oksi o Kiri- intercambiamos una mirada de amistad y le dije -vos no podes ir por el pasadizo y salir conmigo de la habitacion, se supone que yo estoy enferma, volve por el pasillo que vinimos y anda a la academia, prometo hablar con Lei para que vayamos a buscar reclutas, y vos venís con nosotros ¿Si?- vi un poco de inseguridad en sus ojos cafe pero termino diciendo -confio en vos Oksi, no se por que, pero confio, nos vemos- Luna se dio media vuelta y le dije -nos vemos en unos dias, te voy a pedir que mantengas este camino en secreto, no lo conoce nadie en el reino- ella no respondio, solo se fue por el pasillo que vinimos, por alguna razon confio en ella.
Segui el camino que me correspondia y llegue a mi habitacion, escribi una nota que decia "ya estoy de vuelta" toque un par de veces el cristal de Shiro y éste aparecio frente a mi diciendo por esa hermosa telepatia -¿Como estas? ¿Que necesitas de mi?- yo le di una sonrisa y le respondi -necesito que le lleves esta nota a Lei sin que nadie te vea, Lei es el jefe de ejercito, su uniforme es- el pequeño dragon me interrumpió diciendo -conozco los uniformes, Lei es el historiador ademas, ¿No?- me daba curiosidad que tanto sabia Shiro asi que pregunte -criatura mia... ¿Tenes información que puede servirme? Si, Lei es el historiador- mi familiar dijo con un tono muy grave -los familiares somos como los historiadores, vivi todas tus vidas con vos, pero no puedo hablarte sobre ellas, voy a buscar a Lei, supongo que nadie debe verme- me molesto mucho que no me dijera lo que sabe, no confio en ese dragon... Me limite a contarle cual fue mi plan para ir a realizar el ritual y seguidamente se fue.
Yo me acoste en mi cama y escribi en el diario lo que habia pasado y sin darme cuenta me dormi.