©ℳⅈ ℂℍⅈℂ⌾ ℒⅈℕⅅ⌾

Capítulo 3

Pov. Omnisciente.
[...]

Dicho y hecho, el mayor llevó a su mimada hermana al centro comercial, pero obviamente decidió quedarse afuera a esperarla.

Hasta que cierto pequeño chico lindo apareció en su campo de visión, usando un shorts color rosa pastel, una camiseta olgada blanca con un corazón rojo en medio, calzado de unos botines de terciopelo café con un lindo prendedor de gatito en su flequillo y unas pulseras de colores en su muñeca derecha. Iba en compañía de sus dos mejores amigos, el rubio luciendo unos jeans ajustados y rasgados de las piernas dejando al descubierto la piel nivea y una blusa negra con las iniciales de una banda pop. La pelinegra con una falda de mezclilla, una blusa sin mangas y un collar con dijes de estrellas.

Pero el que más destacaba entre esos tres, era el chico de hermosas joyas esmeraldas y una radiante y a la vez, tímida sonrisa.

Eren en cuanto lo vió se quedó quieto y un sonrojo invadía su carita.

Suspiró y tomó el valor suficiente para acercarse, mientras Armin se quedaba junto a la otra ahí, deseándole suerte al chico.

Con cada paso, el ojijade se llenaba de nervios y le temblaban las piernas.

Levi sólo lo veía y eso lo ponía con los nervios de punta.

— hola.– saludó el mayor con una media sonrisa.

Eren quedó embobado con todo lo que tenía en frente, nada más ni nada menos, que un joven apuesto de contextura fornida, unos bellos ojos de un azul oceánico suave, piel blanca, labios de color durazno, cabellos largos azabaches, todo eso enfundado en una chamarra de cuero negro, unos jeans sueltos, botas militares y bajo sus clavículas se notaba un tatuaje de la clave de sol, creyendo que bajo esas prendas se encontraban más dibujos dentro de su piel blanca.

— ho-hola.– murmuró entre un avergonzado tartamudeo. Bajó la vista y jugó nervioso con las pulseras.

Una risita por parte del pelinegro le hizo mirarlo con el rubor cubriendo sus mofletes. Se ruborizó más cuando Levi acarició con su pulgar su mejilla sonrosada.— ¿cómo has estado, chico lindo?.

Eren sonrió achinando sus ojitos.— muy bien, gracias.

Se escuchó un gritito a sus espaldas siendo el amigo rubio zarandeando a una Mikasa fuera de onda, mientras Armin gritaba un; “ese es mi amigo, por fin se animó, estoy tan orgulloso”.

Si antes Eren estaba avergonzado, ahora mismo quería que la tierra se abriera y se lo tragara para evitar más bochornos.

El mayor entendiendo al chico quiso aligerar su pena.— me he enterado que te hiciste amigo de mi hermana, es una enana algo enfadosa.

Eren rió, una risa tan cantarina que endulzó los oídos del pelinegro.— claro que no, es una muy linda persona, al igual que Petra.– recordando el motivo por el cual se acercó, comenzó a balancearse de un lado a otro.— emmh, mis amigos y yo iremos a la casa de la playa el mes siguiente, para mi cumpleaños 19, me gustaría saber si te apetece ir, tu hermana también irá y Petra, digo sólo si quieres, a mi me gustaría, ¡pero no es obligatorio!, Aunque espero que sí, pero si no no...– hizo una pausa al haber hablado como una cacatúa.— Uhg perdón, hablo demasiado.–Levi tocó el prendedor de gatito.— es.. muy aniñado cierto?. Seguramente se me vé muy infantil.

— es lindo, al igual que el dueño.– se apresuró a decir, provocando un rojo intenso en el pequeño.

Eren sentía que en cualquier momento sufriría un colapso de tanto sonrojarse.— umh, gra..cias.

— yuju~, Eren!.– Isabel venía cargando cinco bolsas de compras mientras se le dificultaba saludar con una mano.

— ¿no que sólo sería un cambio?.– pensó Levi llendo para ayudar a su hermana.— es demasiado.

— shh.

— no me chites.

— o sea, hermanito, cuando una mujer va de compras y ve que la ropa le queda di-vi-na se lo compra y ya, claro que sólo si cuentas con él crédito suficiente juju.– ignoró al mayor y abrazó como pudo al castaño.— mi hermano no te ha pervertido, verdad?

El día de hoy, Eren se había sonrojado varias veces, tal vez rompiendo el récord.— no.

Isabel observó a Levi con picardía mientras le guiñaba el ojo repetidas veces.— ¿tienes un tic o qué?.– se burló y la pelirroja casi se da contra el poste que tenía a un lado, pues ella le había dicho que lo invitara a una salida o que empezara por una amistad.

Y viendo que el bobo, y hasta cierto punto nervioso de su hermano mayor— que aunque no se le notara— no lo haría, se propuso a llevar a cabo su plan.— Eren, dijo Levi qué si te gustaría salir el día de mañana domingo a las 6 a ver una película se pueden reunir en la plaza.

Ambos jóvenes quedaron en shock, sobretodo el pelinegro quien no se esperó tremenda táctica.

— s-si, me gustaría.– contestó, sintiendo los rápidos latidos de su corazón temiendo que fueran ruidosos y posiblemente escuchados.

Isabel hacía una fiesta en su interior mientras cantaba un “oh yeah lo logré, soy una genio, oh si”, pero al ver la mueca forzada en sonrisa de su queridísimo hermano, dejó de sonreír.

— me las vas a pagar, enana.– con reproches contenidos y todo, pero estaba feliz.

Intercambiaron números telefónicos y Eren se despidió del mayor para ir con sus dos amigos.

Una vez se montaron en la moto y se pusieron el casco, Isabel tembló por su vida.— hermanito~

— shh, no tengas miedo, her-ma-ni-ta~.

[...]

— ¡piedad!.– una asustada Isa corrió a encerrarse en la habitación de huésped que tenia el departamento de Levi.

— ¡pensará que soy un cobarde y que tengo que usarte de mensajera para evitar la vergüenza!.

— ¡¿y qué no lo tienes?!

— ¡no!.– corrió pero tras un portazo, ya no la alcanzó.— ¡si se lo iba a pedir, maldita enana!

— ¡pues no parecía, gallina!.– gritó a través de la puerta, mientras comenzaba a imitar el sonido de dicho animal.

— ¡y vaya adulta que eres, pareces de 10 y no 19!.

— ¡y tu un anciano amargado de 80 y no de 21!.– se apoyó con todo su peso en la puerta para evitar que Levi entrara.—¡deberías de agradecer y no querer estrangularme!. ¡Recuerda que soy chiquita pero picosa. Así que no me hagas enojar!.

— ¡ja, te apuesto 20 dólares a que ahora mismo estás temblando!.

Isa observó sus piernas haciéndose casi gelatina.— ¡pero por supuesto que no, bobo!.¡ Deja de actuar como un neandertal!

Sip, definitivamente ese par de hermanos se amaban como una verdadera familia feliz.