Capítulo 32

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Por

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Por. Eren.
[...]

Mis piernas me tiemblan demasiado, a tal punto que siento y van a ceder. El sudor frio escurre de mi frente y mis ojos se ponen cristalinos.
No puede ser, es mentira, me niego rotundamente a creerlo.— v-vamos Hanji, paren con esta broma.

Ella está por hablar, pero alguien le quita el móvil.— no es ninguna broma.– la voz sollozante de Kuchel me descolocan de sobremanera.— es verdad y..

— ¡Basta!.– cuelgo para ya no escuchar más, comienzo a correr lo que mis piernas pueden, necesito llegar a mi departamento, a nuestro departamento, pero siento que no avanzo nada, hago varias paradas a los sitios pero parecen ir ocupados.

Mientras corro, marco el número telefónico de mi Levi.

Le ruego a todos los dioses que conteste, que me hable con esa voz tan agradable y ronca, que me diga su usual  “hola mi pequeño novio” y que me diga que espera verme muy pronto.

No puede ser verdad.
NO

Finalmente tras correr y sentir que se me iba el último aliento, un sitio al fin se estacionó y yo rápidamente subí en él, indicándole la dirección.

...

Aún después de bajarme, sigo insistiendo con las llamadas. Una señora se me queda mirando raro mientras espero el elevador, seguramente mi rostro está tan congestionada en miedo y llanto.
La puerta abre y me meto apuntando en el teclado el cuarto piso.

Cuando me indica mi destino, salgo rápidamente hacia nuestro hogar.
Abro la puerta y lo primero que veo es a Kuchel abrazada de su hija, ambas llorando y una Hanji con los nervios de punta.

— n-no es cierto.– las palabras me salen apenas, siendo más susurros entrecortados. Zoe me mira con pena y me extiende una hoja de papel. Me llevo las manos a la boca en un evidente horror. Sangre, hay sangre en esa hoja y algo escrito.— que dulce es la venganza, ahora llora fenómeno.– leo con voz baja y al terminar mis piernas ya no pueden mantenerme de pie.

— Eren..– Isabel se arrodilla conmigo y entre sollozos me muestra algo que termina por quebrar mi cordura... Y mi alma.

Es una foto de Levi, mi Levi tumbado en un sucio callejón, con un corte en su labio inferior y  sus ojos cerrados, como si estuviera dormido.

Cuando menos lo espero, ya me encuentro llorando a mares y negando que me lo han quitado mientras apretujo la foto contra mi pecho.
Siento como Isabel me abraza y llora conmigo, sólo berridos y lágrimas amargas.

Tras un largo silencio, la voz de Hanji nos hace verla.

— yo sé quien lo hizo.–  un gemido ahogado sale de mi garganta—... en el pasado me advirtió algo..que jamás voy a olvidar...

Se detuvo, como si estuviera meditando sobre ello, recordando. Pero no podía esperar— ¡habla de una vez!.

— “¿Crees que puedes detenerme?”.– ladeo la cabeza aún más confundido e irritado.— “la felicidad no les durará para siempre”... fue ella. Esa maldita extorsionista y sicópata.





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⏰ Última actualización: Oct 14, 2019 ⏰

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