Deseo (¿Minayeon?)

Japón 3/3(18)

Narra Mina

Nayeon empezó a llevarme en la cama. Sus manos están en mi cintura, bajando a mi cadera. Yo solo las tengo en su nuca.

Choque con algo y Nayeon se separó del beso.

—Mina... quiero que tú me hagas tuya. —saco sus manos de mi cintura y se separó tres pasos de mí —Déjate llevar... —se mordió el labio inferior, llevo sus manos al botón de su short y lo desprendió, bajo su cierre de este y se lo bajo. Llevo sus manos a su blusa y la saco, tiene una lencería de encaje de color negra.

—Te dije que usaras cualquier cosa, no es necesario que gas... —puso su dedo índice sobre mis labios.

—Cállate. —me empujo a la cama y se sentó a horcajadas sobre mí, se acercó a mi rostro y planto un beso en mis labios —Minari, déjate llevar. —puse mis manos en sus glúteos y apreté, Nayeon suspiro y bajé a su cuello, empecé a besarlo, morder e succionar la piel blanca de este lugar, por alguna extraña razón es dulce y adictiva.

—Te amo. —susurró en su oído.

—Mina... —lo a largo y la miro al rostro —Déjame hacer algo. —asentí y Nayeon se puso de pie —Ponte de pie. —obedecí y Nayeon me atrajo a su cuerpo, pero cambio nuestras posiciones —No puedo. —me beso en los labios, siento sus manos en mi cadera y empezó a subir mi remera, me la saco —Déjate llevar. —junto nuestros labios, pero de inmediato se separó y bajo a mi cuello, empiezo a sentir como este se humedece.

—Nayeon. —puse mis manos en cabellera y la atraje más a mí. La empuje a la cama y me subí sobre ella, mi pantalón ya están en el piso e igual que mi remera. Ambas estamos en la misma situación, en ropa interior.

—Te amo, Mina. —baje a su rostro y junte nuestras frentes.

—Te amo, coneja. —antes de que me reprochara por llamarla así, junte nuestros labios. Mordió mi labio inferior y lo estiro; dolió.

—Me llamas coneja, otra vez, y me vengare. —hizo una sonrisa pervertida y la entendí.

Veamos que pasa —Coneja. —apretó mi trasero y no solo eso, si no también, clavo sus uñas, gemí y miré a Nayeon, tiene una sonrisa victoriosa dibujada en sus labios —Coneja mala. —me di cuenta de lo que dije y Nayeon con ambas manos golpeo mi trasero, me quejé y ya entendí que no debo llamarla coneja.

—¿Lo entendiste? —asentí. Se sentó y llevo sus manos a mi espalda —Minari. —susurro y bajo a mi cuello, tire mi cabeza por detrás, tendrá más acceso —Eres sexy. —siento sus manos en mis hombros y como mis hombros son besados —Me vengare. —sus manos ahora están en mi espalda, de un momento a otro me encuentro debajo de ella, sin sostén y con Nayeon sentada sobre mi pelvis, las manos de Nayeon fueron a mis pechos y empezó a acariciarlos. Con su simple tacto, sus manos frías tocarme, empecé a jadear, mi respiración se entrecorto —Mina. —la mire a los ojos —Eres mía. —bajo y junto nuestros labios, ya no siento sus manos en mis pechos, en cambio, las siento bajando por mi abdomen.

—Coneja. —dije cuándo puede separar mis labios de los de Nayeon, su mano llego a mis bragas, lo sé porque empezó a acariciar mi intimidad sobre la tela de mis bragas.

—Estas muy mojada. —apretó mi intimidad con sus largos dedos, gemí, el placer, el calor de mi cuerpo y la excitación aumento a un cien por ciento.

—Nayeon, hazlo. —sus besos empezaron a bajar, llego a mis pechos y siento como empieza a besarlos y como succiona la piel de este lugar de mi cuerpo, mi respiración es entre cortada, las ganas de gemir me pueden y no las puedo detener.