Deseo (¿Minayeon?)

Es solo un momento (NO) 20

—Disculpen si las interrumpo. —ambas se separaron al escuchar la voz de la persona que imaginaron nunca más ver.............................más que Mina no quiere ver.

—Buenos días señora Myoui. —Nayeon se separó de Mina e hizo una reverencia —Un gusto volver a verla, ha pasado mucho tiempo. —sonríe y la señora Myoui hace lo mismo; la señora Myoui le tomo gran cariño a la niña Im.

—Buenos días Nayeon. —también hizo una reverencia —Me gusta mucho que seas novia de mi hija. —quiso tomar la mano de Nayeon, pero Mina se le interpuso.

—Usted no es mi madre, retírese de mi empresa, usted es una mujerzuela que esta con mi padre. —la mujer suspiro para no reaccionar de una manera que se arrepentiría.

—Minari. —la coreana murmuro —No la trates así. —acaricio el brazo de Mina.

—Me mintió toda mi vida ¿Por qué no solo me dijeron que mi estúpida madre me abandono? —giro y abrazo a Nayeon, es lo único que la mantiene viva tener a Nayeon a su lado.

—Nayeon, hija, me puedes dejar con Mina a solas. —la coreana no puede decidir, Mina se pone mal cuando esta con esa mujer —Es solo un momento. —Mina se separó bruscamente de Nayeon, empujándola de los hombros.

—NO. —grito y no solo Nayeon se sobresaltó, sino que también, la señora Myoui, madrastra de Mina —Ni un momento, usted es una... mierda... —termino murmurando y yéndose del pasillo, esperaba sentir a Nayeon a su lado cuando empezó a caminar, pero no fue así, gruño y siguió su camino a su oficina.

—Señora Myoui, usted sabe lo que sufrió Mina al enterarse que la mujer que estuvo toda su vida con ella no era su madre, entiéndela. —hizo una reverencia —Nos vemos. —le sonrió por última vez y se fue detrás de su japonesa.

La japonesa mayor miro a la coreana hasta que se perdió de su vista.

—Es una buena mujer, aunque no va con la personalidad de Mina. —murmuro para ella sola —Pero se ven lindas juntas. —sonrió y empezó a caminar, pero esta japonesa va a una dirección diferente a la que fueron la japonesa y la coreana.

La japonesa mayor llego a una oficina, más grande que la de Mina.

—¿Te perdono? —un hombre japonés algo mayor, se puso de pie y se acercó a la mujer —¿Te trato mal? —la mujer asiente y abraza al hombre —Tranquila cariño. —empezó a acariciar la espalda de la japonesa.

—Pero ella no me quiere, estuve toda su vida con ella. —se acurruco en los brazos del hombre japonés —No la puedo entender, cariño. —el hombre la separo del abrazo.

—¿Conociste a su novia? —logro que la mujer sonriera.

—Es muy bonita y educada, se la ve que es muy buena chica. —el hombre asiente —La puede hacer feliz, eso me pone feliz... —borro su sonrisa, para hacer una mueca —Pero sé que Mina puede ser brusca a veces. —

—¿De qué hablas? —

—En la hora de tener sexo, tú eres así, cariño. —junto sus labios —Se parecen mucho. —

—No tiene pene. —la mujer rodó los ojos.

—¿Qué tiene que ver eso? Tiene dedos y existen juguetes sexuales, cariño. —el hombre se separa más de la mujer y se cruza de brazos; la madrastra de Mina es sexóloga. 

—Ya no hablemos sobre eso. —el hombre volvió a su puesto de trabajo; se sintió incomodo hablar sobre ese tema con su mujer.

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